Desconcierto y confusión

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26 may 2018 / 20:49 h - Actualizado: 26 may 2018 / 23:28 h.

La Unión Europea impregna institucionalmente la vida de los países miembros, pero no así la de sus ciudadanos. La Europa con los Ciudadanos, el programa destinado a impulsar la participación de estos, no les llega. ¿Se cuenta con esta realidad a la hora de afrontar los retos que frenan su consolidación y avance?

Un cierto viento nacionalista parece recorrer Europa. Euroescépticos, antisistemas y xenófobos están encontrando eco en algunos países y, en otros, lideran partidos con claras opciones de gobierno. Y los nacionalismos segregacionistas no son solo patrimonio de Cataluña. En Italia, los dos partidos que van a gobernar cuestionan la continuidad en el Euro. En Hungría y Polonia, se están propiciando formas de estado autocráticas que invalidarían su pertenencia al Club. Incluso determinadas actuaciones judiciales en Bélgica y Alemania, respecto al nacionalismo catalán, están poniendo en riesgo la existencia de algo tan fundamental para la Unión como el espacio jurídico europeo. Todo ello adobado por las tensiones que en estos momentos están provocando EEUU y Rusia.

Bienvenida sea esa Plataforma Sociedad Civil Europea que se va a presentar en Bruselas, pero los gobiernos y autoridades comunitarias deben entender que no se pueden afrontar retos importantes de espaldas al pueblo y sin hacer frente seriamente a la creciente desigualdad y pobreza.

¡Como echamos de menos, en estos momentos, la clara y serena voz de un eminente europeísta andaluz, como nuestro respetado y querido amigo Juan Antonio Carrillo Salcedo!