Un año más el Informe PISA nos deja a los pies de los caballos... Los datos publicados son sonrojantes... Pero la Junta de Andalucía saca pecho y les echa la culpa a los demás... ¡Y a vivir!
Rebobinemos la historia. Estamos en el último tercio del siglo XIX. Un hombre llamado Joaquín Costa lo proclamó sin éxito, diciendo que España seguía enferma de dos gravísimas enfermedades: hambre e ignorancia. Lo escribió en Oligarquía y Caciquismo. Que las carencias sociales heredadas por los españoles alcanzaron cotas increíbles están en varios libros de finales del XIX y principios del XX. Así que Joaquín Costa lo sintetizó en dos palabras: «despensa» y «escuela»... Y ha llovido desde entonces, pero seguimos igual, o sea, mucho peor. Esta es la triste tragedia que sufre Andalucía y ya de manera irreversible.
Tuvimos un pasado de esplendor, y de nuestra tierra surgieron valores culturales excepcionales, como ninguna otra región de España. Sí, todo eso está en los libros... Los libros que no leemos, los libros que despreciamos...
¡Despensa y escuela! Parece mentira que ya en pleno siglo XXI sigamos clamando por dos valores básicos como son la alimentación y la educación. Sí, debemos avergonzarnos de que existan hambre e ignorancia.
El informe PISA está ahí y cada año nos pinta la cara de vergüenza. Los políticos dirán lo que quieran, pero son unos inútiles... Lo han sido siempre, desde hace cientos de años... ¡Qué vergüenza para España en general y para Andalucía en particular que nuestra educación y nuestra hambre, sigan sobre la mesa enseñando sus miserias!