Prestar atención a los niveles de azúcar en sangre es hoy una cuasi obligación, independientemente de nuestra condición física. La regulación de nuestros niveles de azúcar es una necesidad para evitar la posibilidad de desarrollar una demencia o una enfermedad cardiaca. El abuso del consumo de azúcar nos puede llevar a sufrir obesidad, tener un hígado graso, una enfermedad renal o incluso cáncer. Deberíamos ser educados desde el colegio y regulado por los gobiernos. La dieta es fundamental para el desarrollo de la diabetes tipo 2. El 13,8% de los españoles mayores de 18 años tiene diabetes tipo 2. De ellos, casi 3 millones ya estaban diagnosticados, aunque 2,3 millones desconocían que padecían la enfermedad. La forma de vida ha cambiado mucho en los últimos 50 años. La gente nómada andaba hasta más de 20 kilómetros al día. Evidentemente la alimentación de entonces era no procesada y limpia, sin embargo hoy comemos mucha azúcar y mucha grasa, y estamos la mayor parte del día sentados.
El control de los niveles de azúcar es un continuo, no un tengo o no tengo donde niveles normales azúcar en sangre y diabetes son dos finales opuestos. La glucosa es una fuente de energía que pueden usar todas las células de nuestro cuerpo. La insulina es la hormona que va a regular los niveles de glucosa en sangre; cuando más carbohidratos comemos más insulina producimos. Nuestras células grasas acaban convirtiendo cada glucosa extra en grasa. Cuando las células del cerebro se convierten en resistentes a la insulina se convierten en incapaces de absorber la glucosa del torrente sanguíneo y de usar sus propios almacenes de glucosa como energía. No olvide alimentarse sanamente física y mentalmente.