Diferencias entre MAB y Bolsa (y II)

EL ANÁLISIS

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24 nov 2017 / 17:56 h - Actualizado: 24 nov 2017 / 17:56 h.

Para evitar el fraccionamiento de las órdenes de compra o venta el inversor debería, antes de dar una orden, mirar las posiciones de compra y de venta, y procurar ajustarse a ellas. De esta manera, y a modo de ejemplo, si desea adquirir 5.000 acciones y al consultar las posiciones del mercado comprueba que tan solo existen 4.500 acciones a la venta, es preferible que ajuste su orden de compra al monto del paquete que se halla a la venta, pues así evitará que, en días posteriores se ejecute el resto de su orden una segunda comisión de intermediación por las restantes 500 acciones.

Esta falta de liquidez del MAB tiene como consecuencia el que el análisis técnico no funcione bien cuando se utiliza para el estudio de los valores que lo componen, ya que este funciona mejor cuanto mayor es la liquidez del activo analizado.

Las empresas del MAB no presentan cuentas cada trimestre, sino cada semestre.

El MAB facilita la cotización en Bolsa de estas empresas, rebajando los requisitos de información y el número de controles ya que estos tienen un coste importante para estas empresas tan pequeñas. Ello implica un mayor riesgo para el inversor, pero es inevitable, si se desea que las empresas puedan cotizar.

Por último, estas empresas que cotizan en el MAB deben de estar en procesos de expansión.

Cosa distinta es que estos procesos de expansión obtengan éxito o no. Ello no obstante, este tipo de empresas no se crean para obtener en el largo plazo una rentabilidad similar a las empresas que llevan a cabo negocios considerados clásicos sino que, al tratarse de empresas de la nueva economía, su proyección a futuro debe de ser el conseguir el éxito total o el fracaso.

Más información en www.abcbolsa.com