Hemos dolido con Catalunya los atentados terroristas de días pasados y aún con el recuerdo presente la situación vuelve al guirigay de las políticas independentistas.
En estas circunstancias hemos de preguntar dónde queda el seny catalán, esa sensatez, cordura o sentido común, esa sana capacidad mental que inclina a una justa percepción, apreciación, comprensión y actuación, que siempre fue una guía de actuación moral, ética y social para la sociedad catalana.
El seny es conjunto de costumbres y valores ancestrales que definen el sentido común sobre la base de una escala de valores y unas normas sociales que imperaban en Cataluña. Fue recopilada por Josep Abril i Virgili (1869-1918) en el libro Bon Seny, como una serie de lecciones morales. Ilustrado por Joan Junceda (1881 1948). El texto contiene aforismos, fábulas, así como ejemplos de humor local (chistes) basados en valores tradicionales. Editado en catalán antes de la Guerra Civil, fue un libro muy difícil de encontrar durante la época del franquismo.
En este libro el político lector puede encontrar sabias líneas de actuación que permitirá resolver la situación, por ejemplo recordar que «el boig no té judici i l’enamorat no té seny» (el loco no tiene juicio y el enamorado no tiene cordura) y acordarse que «quan el seny ha vingut, l’home ja està perdut» (cuando la cordura ha venido, el hombre ya está perdido). Aún tenemos tiempo de hablar y convenir que la sensatez (seny) es la primera condición de la política.