¿Dormir tranquilos?

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21 jul 2018 / 19:16 h - Actualizado: 21 jul 2018 / 19:29 h.

Estudiantes y otros voluntarios todo el día moviéndonos en camiones cargados con mantas, ropas y víveres para los arriados. Algunos volvíamos ya de noche desde los barrios del sureste. Un conocido psiquiatra iba en el turismo que nos había recogido, y, al arrancar, dijo entre aliviado y satisfecho: «Esta noche sí que podremos dormir tranquilos». Sin osar contradecirlo, alguno pensó: «precisamente esta noche no». Sólo con lo visto era fácil percatarse del chabolismo y la extrema pobreza, en general, de la población de aquellas zonas afectadas por el Tamarguillo. Datos oficiales: 30.000 realojados temporalmente, 4.172 viviendas inundadas, 1.603 chabolas destruidas... Años atrás habíamos conocido el submundo de las chabolas embarradas de Palmete y la Cruz de la Vereda. Ahora comprobábamos que el resto no era mucho mejor.

Crisis agraria y emigración a la ciudad (luego al norte y a Europa), analfabetismo, escasa formación profesional, paro... miseria. Esa era la realidad social de la época del desbordamiento del arroyo «chiquito pero matón». Desde entonces, enorme esfuerzo de construcción: 25 refugios y 53 suburbios entre 1961 y 1978 (Polígono San Pablo, Las Huertas, etc.). Dignificados, en cuanto a vivienda, más de un tercio de la población de Sevilla que pudo vivir en las numerosas VPO de promoción pública.

Pero 57 años después cabe preguntarse: ¿Podemos ya dormir tranquilos? Triste récord: siete de los 15 barrios más pobres de España están en Sevilla, y seis de ellos justo en la zona castigada entonces por el Tamarguillo. ~