Dos hombres y un destino

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13 abr 2018 / 22:21 h - Actualizado: 13 abr 2018 / 22:21 h.

No caeré en la tentación de hablar de Redford y Newman, demasiado idílico en medio de este demoledor momento histórico, de bajísimo perfil político y de altísima entidad ilustrativa. No falta nada ni nadie en esta alargada sombra, que insinuaba fantasmas. «¿Fantasma?», preguntó Stephen: hombre que se ha desvanecido hasta ser impalpable, por muerte, por ausencia, por cambio de costumbres (James Joyce, Ulysses).

El Fantasma Mayor en España se caracteriza por ser intangible, pero tiene la versión presencial, del que lleva la misma camiseta, y no atina en esta partida a mantener el duelo de pseudotitanes sin tocarse, el resto de peones y alfiles moviéndose sin jaque mate, en este zoom fotográfico que recuerda al magistral Robert Capa, con estas imágenes reales del inacabado abril del 2018. Justo en el mes de los aniversarios de la Revolución portuguesa de los Claveles, de la República española, y de la Liberación italiana del fin de la ocupación alemana y del gobierno fascista, que tuvo lugar en 1945.

Venían saltando por los aires casi todos los mimbres del cesto, pero en días un profesor, un periódico y otras fichas, con solo señalar la puntita del iceberg, al que pertenece el conjuro del poder, ha hecho saltar todas las alarmas, constatándose cómo el avispero está en los corruptores, que han convertido este territorio en una Sastrería Brioni, de esas que vistieron a Al Pacino, Bush, y trajean a Trump, donde todo se hace a medida del que manda y paga.

Hay quienes hemos dedicado gran parte de nuestras vidas a explicar a nuestro alumnado que la mejor herencia que transmiten padres a hijos, abuelas a nietas, la escuela a sus barrios, la universidad a sus jóvenes, la historia a sus pueblos, es la Cultura del Esfuerzo. Y vosotros nos habéis neutralizado, desautorizado, mandando a esta generación el mensaje de que todo se compra y todo se vende, de que el mundo es Walapop.

Por eso además de los demás, desde la metáfora, cantaremos el poema de Rafael Alberti: Las tierras, las tierras, las tierras de España, las grandes, las solas, desiertas llanuras. Galopa, caballo cuatralbo, jinete del pueblo, al sol y a la luna. A corazón suenan, resuenan, resuenan, las tierras de España, en las herraduras. Galopa, jinete del pueblo, caballo cuatralbo, caballo de espuma. Nadie, nadie, nadie, que enfrente no hay nadie; que es nadie la muerte si va en tu montura. Galopa, caballo cuatralbo, jinete del pueblo, que la tierra es tuya. ¡A galopar, a galopar, hasta enterrarlos en el mar! ~