Las personas somos como barcos que van navegando por el océano de la vida. Hay embarcaciones de todos los tamaños: desde la lancha motora, pasando por el pesquero, el carguero hasta llegar a los imponentes transatlánticos... Cuando llegan las tempestades, todos sentimos el miedo al naufragio (posiblemente, la lancha motora sienta más "canguelo" que el crucero) pero son la capacidad de reacción, la agilidad mental y el saber liderar lo que marca la diferencia entre aquellos que, efectivamente, van a naufragar y los que llegan a buen puerto (y no es determinante el tamaño del barco, recuerda que al Titanic se le conocía como "El insumergible").
El BARémo de tu COmpetencia
Hoy descubrí una foto, casualmente de un barco, con el siguiente mensaje: "Los barcos no se hunden por el agua que los rodea, se hunden por el agua que entra en ellos. No permitas que lo que sucede a tu alrededor se meta dentro de ti y te hunda" ¡Qué buena metáfora de la vida! El agua (como las circunstancias) siempre va a estar ahí, a tu alrededor pero, fíjate bien ¿tú dónde estás? exacto, flotando sobre ella... Y es que hay personas que se nutren de las dificultades para crecerse, que utilizan el agua para refrescarse; por contra, hay personas que viven ahogadas (mental, personal y emocionalmente) porque se empeñan en navegar en barcos con más agujeros que un queso Gruyère ¿resultado? viven hundidas constantemente: le echarán la culpa al barco, al fabricante, a los materiales, al agua... en lugar de mirar hacia adentro y pensar porqué no lo repararían antes...
El barco, tu "BARCO", es importante porque es el BARémo de tu COmpetencia, esto es, tu forma de "navegar" habla de tu carácter, anuncia de qué pasta estás hecho, es el termómetro de tu capacidad de decidir, tu capacidad de liderar, tu capacidad de resolver, tu capacidad de crear buenas relaciones... Y todas esas capacidades son las que describen a tu persona como a un profesional y humano capaz, válido, útil, necesario que cuenta dentro de su propio "BARCO" (que no fuera) con el espacio necesario y el ámbito ideal para almacenar todas esas habilidades. El buen capitán de "BARCO" sabe que el BARémo de su COmpetencia se activa y se actualiza a diario, porque ese genuino barómetro funciona en modo "evaluación continua", es decir, ni un error ni un acierto puntual nos convierten en desastres ni en genios, lo que verdaderamente cuenta es tu forma de proceder cotidiana porque esa forma es lo que determina el fondo (mental, emocional, profesional y hasta físico).
¿Flotas o te hundes?
Nadie mejor que tú puede responder con propiedad y genuina sinceridad a esta pregunta. La respuesta depende en gran medida de cómo utilices ese "agua" que te rodea: para nadar, ejercitarte y superarte o, por el contrario, si permites que el líquido elemento anegue tu "BARCO".
Decía el afamado médico estadounidense, Oliver Wendell Holmes, que "a veces navegamos con el viento, a veces en contra, pero debemos navegar, no estar a la deriva, ni echar el ancla" tal cual... En esta vida, todos somos navegantes, lo importante es seguir hacia adelante, si lo que encuentras es La Gloria o el infierno de Dante, dependerá en gran medida de que tomes conciencia de lo importante... TÚ: Talento Único.