En diciembre se van a cumplir 25 años de la muerte de Benito Rodríguez Rey, el célebre Beni de Cádiz, uno de los artistas más grandes que ha dado el arte flamenco. Aunque hijo de la Tacita, hizo su vida en Sevilla, donde fue venerado por la afición y, en general, por la mayoría de los sevillanos. Es lamentable que algunos solo lo recuerden por su faceta de cómico, en la que por cierto fue un genio, salvo cuando se pasaba de gracioso y caía en la chabacanería de mal gusto, a veces televisada. Estos días se están viendo unos vídeos en el canal de Youtube del pianista gaditano Felipe Campuzano, que son repugnantes. En uno de ellos, en el que el cantaor aparece bebido, enseña incluso sus partes íntimas e intenta introducir un tomate por su ano mientras se oyen risas. ¿No hay quien pueda parar esto, que ese vídeo desaparezca de internet? Lo verdaderamente triste es que tenga hasta un titular, La gracia de mi compare Beni. ¿Dónde está la gracia, Felipe? ¿En llenar de mierda la memoria de un gran artista? Más que un homenaje parece una venganza. Tela de chambona, picha. ~