El Betis de Mel y Maciá, bipolar y cumplidor

La diatriba Mel-Maciá no es más que un camelo que aburre una barbaridad, pues aquí van todos de la mano y, de momento, cumpliendo sin apreturas con el objetivo marcado

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24 nov 2015 / 14:02 h - Actualizado: 24 nov 2015 / 14:02 h.
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  • Eduardo Maciá y Pepe Mel, en el aeropuerto. / Inma Flores
    Eduardo Maciá y Pepe Mel, en el aeropuerto. / Inma Flores

El Betis de la presente temporada se está mostrando, sin lugar a dudas, como un equipo tremendamente bipolar: capaz de firmar su segundo mejor arranque liguero de la historia fuera de casa y a la vez, el peor de la historia en casa, con récord incluido de derrotas seguidas y partidos consecutivos encajando goles en los compases iniciales.

Es curiosa esa tremenda fragilidad del Betis de local, que antes de cumplirse los ocho primeros minutos de juego ya perdía en sus tres últimas comparecencias en el Villamarín, merced a los goles del españolista Roco (3’), el bilbaíno Williams (8’) y el colchonero Koke (7’), lo que sin duda ha lastrado y condicionado su juego una barbaridad, pues el día de la Real Sociedad marcó primero (Rubén Castro, 40’) y fue capaz de aguantar la victoria pese a jugar toda la segunda parte con diez, e igual hizo con el 0-0 inicial una semana después en Mestalla pese a jugar con uno menos también toda la segunda parte.

Los de Mel, tras el varapalo inicial en el Bernabéu (5-0), solo han encajado dos goles en sus cinco últimos desplazamientos (450’ de juego), lo que contrasta con la fragilidad que están mostrando ante su público, pese a jugar arropados hasta con un trivote defensivo como el puesto en liza el domingo ante el Atlético de Madrid.

El balance y las pobres sensaciones que ofrece el equipo en casa es lógico que desaten cierto nerviosismo entre la hinchada, pero sería conveniente no sacar las cosas de quicio, pues los quince puntos deben darle margen de confianza al beticismo para mantener la tranquilidad, que no es incompatible con la exigencia, pues los hay que solo están pendientes del mínimo desliz para intentar incendiar el patio, ya que son otros los intereses que les guían.

A punto cumplirse el primer tercio de Liga está claro que muchos de los fichajes llegados en verano están ofreciendo un rendimiento muy pobre, en especial los de más renombre (Van der Vaart, Digard, Pezzella...), de igual modo que está claro que Pepe Mel aún no ha dado con la tecla y un sistema de juego capaz de sacarle un mejor rendimiento a la plantilla de que dispone. La diatriba Mel-Maciá no es más que un camelo que aburre una barbaridad, pues aquí van todos de la mano y, de momento, cumpliendo sin apreturas con el objetivo marcado, pese a que los hay empeñados en decir que el plantel es de Segunda o el entrenador, casi de Regional. Y, en mi opinión, nada de eso es cierto, pues hay plantel para lograr una permanencia holgada y entrenador para conseguirlo.

El Betis va el 12º después de 12 jornadas y un dato curioso: no le ha ganado a ninguno de los que le preceden en la clasificación (Atlético, Real Madrid, Villarreal, Valencia, Deportivo, Athletic y Espanyol) y no ha perdido con ninguno de los que le suceden, pues ganó a Rayo, Real Sociedad, Sporting y Málaga y empató con el Granada. Por ahí, la regularidad es incuestionable, aunque la forma de sumar esos puntos (4 en casa, 11 fuera) está siendo sorprendente y, por inédita, muy irregular.