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Los medios y los días

El calentón

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09 jul 2019 / 08:25 h - Actualizado: 09 jul 2019 / 08:29 h.
"Los medios y los días"
  • El calentón

No hace falta que sea verano, gran parte de los electores españoles han sufrido un calentón psíquico que los ha llevado a votar a Ciudadanos, Podemos y Vox. Pero los calentones pasan, algunos duran más y otros menos. El problema es que el personal estaba harto de que no le solucionaran sus problemas básicos y de que una nueva dictadura posmoderna se estuviera apoderando de sus vidas. Así, y en el contexto de la mundialización, donde ya no mandan los partidos sino las corporaciones, los fondos de inversión y los bancos, los sucesores de Franco que primero se llamaron UCD y después AP y después PP, los que cambiaron todo para que todo siguiera igual, le quitaron a la bandera monárquica el águila y la sustituyeron por columnas, una excelente metáfora lampedusiana porque el fondo del símbolo seguía siendo el mismo: rojo y gualda.

Como España estaba vieja de tanta autarquía franquista había que emprender la reconversión industrial para que nos admitieran en la UE y en la OTAN, pero de eso se encargó la “izquierda”, es decir el PSOE, el otro brazo del nuevo régimen. Inteligente aquella nueva derecha española, le dejó los trapos sucios al PSOE que renunció al marxismo, claro. Las décadas pasan, cae la URSS, llega el neoliberalismo y dice “esta es la mía”, y el hombre contra el hombre se deja ver con claridad. En esta dinámica nos encontramos, el llamado estado de bienestar se resiente, las tecnologías provocan que los empresarios no sepan cómo proceder y se inventan el engañabobos del emprendimiento, casi todo es ya made in USA y ahora yo tendría que usar un palabro en inglés para que este artículo quedara más chulo y menos tosco. Pero no lo voy a hacer porque me repugna lo que representa ese idioma, así de sencillo, tengo resistencia psicológica a hablarlo, como me dijo una vez una colega de Filología Inglesa. Eso sí, soy partidario de estudiarlo y mis hijas lo hablan porque puedo ser pasional pero no gilipollas.

El cabreo general –estar mal sin saber por qué- provocó el calentón. Porque es que la derecha oscilaba, el socialismo ya no era socialismo, el comunismo era eurocomunismo, o sea, un fraude pre-PSOE. Y aparecieron nuevas ortodoxias: el feminismo destructor de la unión hombre-mujer, los lobbies homosexuales, un nuevo puritanismo que convertía a cualquiera que hablara como creyera oportuno en un incitador al odio, un desprecio absoluto por el mayor y por el que más sabe, una idolatría de la igualdad que es pura quimera, Cipolla escribe su texto sobre la estupidez y muchos se dan cuenta de que a los recortes socioeconómicos se suma la sociedad líquida y de que se puede combatir la razón con la razón pero que quien domina es la estupidez y eso es incompatible con el raciocinio.

Pero Ciudadanos no es liberal, Podemos no es comunista ni socialista ni sabemos lo que es; y Vox –como el PP- lucha contra lo que es y lo que lo obliga a ser lo políticamente correcto y lo está venciendo la Historia porque Vox va contra ella y ya no estamos en los años 30 del siglo XX, ya el capitalismo liberal no necesita ultraconservadores porque se ha librado del comunismo o lo ha domesticado, como al socialismo. ¡Para eso nos quedamos con los dos de siempre o nos vamos a la abstención! Y es así cómo poco a poco las cosas volverán a su sitio porque a la gente la están matando las incoherencias de unos y otros, la falta de valentía de los políticos para reconocer que aquí sólo hay un solo partido: el mercado salvaje del capital y la doctrina del yo, yo, yo, es decir, la desmembración de la especie. Y ese único partido y su ideología dejan poco margen de maniobra, eso lo saben los políticos de todo signo, pero ellos, como todos los seres vivos, miran primero por su propia subsistencia y luego por la de los demás.