El campanario sinfónico de Sevilla

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05 ago 2017 / 22:01 h - Actualizado: 05 ago 2017 / 22:07 h.
"La trastienda hispalense"
  • El campanario sinfónico de Sevilla

Híspalis, Serva la Barí, Sevilla, madre, hermosura... Te quedas en cinta del río, padre, Guadalquivir, y nacen sevillanitos entre pañales de abril... Y todos jugamos con ella, tata Giralda, a la que tú nos confías y entre campanas, nos guarda.

San Juan Bautista, Santa Lucía, Santa Inés, San José, San Laureano, San Pedro, San Pablo, San Juan Evangelista, Santa Bárbara, San Isidoro, Santa Florentina, Santa Justa, Santa Rufina, San Hermenegildo, Santa Cecilia, San Sebastián, San Cristóbal y San Fernando, son los nombres de las dieciocho esquilas llamadas campanas de volteo por los diferentes mecanismos que tienen para ser repicadas al tiempo que voltean sus bronces cual danza ancestral en la cúspide del antiguo alminar almohade.

Santa María La Mayor, llamada La Gorda, forma parte, junto a San Miguel, Omnium Sanctorum, Santa Catalina, Santiago y Santa Cruz, de las llamadas «campanas de golpe».

Veinticuatro campanas, veinticuatro soníos, torre gitana, novia del río.

A todas estas, hay que sumar la campana del reloj, San Miguel de las Victorias, que hace contrapeso al Giraldillo y que, fundida en 1400, es la más antigua de todas; y la Matraca, un artilugio en forma de cruz de madera que, a modo de carrañaca, emite en su volteo un sonido grave y recio que sirve para llamar a los fieles en los oficios del jueves santo al sábado santo, días en los que enmudecen las campanas en señal de duelo por la muerte de Nuestro Señor.

Es curiosa la reglamentación, que aconsejo busquéis y leáis, de los distintos y variados toques que tiene el campanario de la Giralda y que van desde los llamados toques «de ciclo diario» a los llamados «extraordinarios» o «extravagantes», pasando por los «de ciclo anual».

Entre todos ellos, destacamos el Domingo de Palmas, el Domingo de Resurrección, el Jueves de Corpus Christi y el día de nuestra patrona y Reina, Virgen de los Reyes, cuatro hispalenses amaneceres de sinfónicas campanas que ofrecen un concierto majestuoso de exclusiva solemnidad...

Al alba de la mañana, campanea la Giralda y el Giraldillo despierta oliendo a olivo y a palma. El alminar se engalana de una ciudad nazarena, vestida de Inmaculada y de Esperanza morena. El Giraldillo es la gracia de nuestra fe mariana, encima de un sonajero con veinticinco campanas? Y una matraca angustiada.