El Complot hispano catalán

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22 dic 2017 / 20:32 h - Actualizado: 22 dic 2017 / 20:34 h.

Complot es una conjura para obrar contra algo o alguien, una conspiración o acuerdo con el fin de deponer al poder establecido, ya sea el patriarcal, militar, parlamentario, de tu escuela, del AMPA o peña. El rango de la gravedad lo define la ley, que se acuña para cada asalto ejecutado o no. En el caso de una asociación o variantes, los perdedores, si triunfa el complot van a la oposición, pero como la venganza se sirve en frio, solo la inquieta esperanza en activo calma su destrone, para el rearme estratégico de la vuelta.

Tesis dictadas u orquestadas, darán un veredicto sobre el 21 D, casi todas sin intención de averiguar quién ha ganado o fracasado, no me refiero a la noticia sino a la verdad del adulterado proceso, ningún balance que no se acerca al viejo refrán: entre todos la mataron y ella sola sobrevivió, tiene posibilidades de ser calificado de foto no movida.

Granaje electoral donde solo el finísimo pincel autónomo, está avalado para acercarse al rigor, de cómo: no ha ganado Ciudadanos, ni siquiera el independentismo, menos el 155, o la DUI, siendo las derechas de ambos bloques las que se imponen. La derrota catalanista ha sido sin paliativos, una catástrofe con categoría de emergencia social.

Obligado es hurgar sin miedo en el final de la era Rajoniana, bucear como pudo y no fue el discurso Icetista con y sin Roca, o como en un territorio convertido en frentista los árbitros Domenechistas son singularmente ignorados, por no hablar de la Cup, el grillo y artífice menor y muleta de la voladura catalana, que han puesto en el lugar de la minoría determinante. Evidente que Ciudadanos es una entelequia diseñada, como operación para renovar por su córner las raíces podridas del sistema, apuesta descarada de algunos medios por embolsarle votos de la ultraderecha, derecha, ex socialistas, y de indefinido colorido. Los casos de Junts per Catalunya y ERC, ofertas de maridaje, de izquierda soberanista, y derecha heredera del 3%, que tienen una maquina gubernamental que los multiplica.

El primer responsable de este disparate desde la cúspide del Estado, e impugnado el 155 por los resultados, se queda el último de la fila. Lo único que no es interpretable es que está esculpido a fuego, dos millones de independentistas con urnas de cristal y con urnas opacas. La pregunta ¿es a quien desde dentro, dejaran para gestionar la ruptura y la voluntad soberana, ya que las injerencias por decreto destruyen? Ahora la tarea se llama reconstrucción, dialogo territorial y agenda social.