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El día después

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02 oct 2017 / 00:11 h - Actualizado: 02 oct 2017 / 00:12 h.

Todos nos planteamos qué ocurrirá a partir de hoy; a mí no me cabe duda que declararán unilateralmente la independencia de Cataluña. Y esto ocurrirá en un escenario de victoria después de lo ocurrido ayer, por mucho que el gobierno del PP cacaree el fracaso del referéndum –un paripé declaró Zoido–. Los detalles y las puestas en escena son importantes en estos asuntos y en eso no cabe duda que la militarización de Cataluña y las imágenes que nos llegan de policías violentando colegios o llevándose urnas son la peor carta de presentación internacional que puede tener el gobierno de España para restarle validez a la otra parte.

La nefasta gestión del gobierno de Rajoy debe hacernos pensar, no ya porque ha tenido efecto boomerang en el lanzamiento del pueblo catalán a las urnas, sino por lo que está por llegar y gestionar. El resumen de la actuación del gobierno es un triste bagaje que se debate entre la judicialización y la militarización del proceso y un absoluto deterioro de la política y de las relaciones sociales en este país. Quizás Rajoy sea a estas alturas un dirigente con escasa capacidad para evitar que Cataluña deje de ser España, pero alguien deberá decirle que los tribunales no pueden hacer el trabajo que le toca a la política y que el ultranacionalismo español de su partido es pura gasolina en el fuego que ha creado.

Decía la pasada semana que el referéndum en sí ya no era lo importante, porque ya habían ganado. Diálogo, negociación y política deben ser el nuevo escenario, aunque con Rajoy, tantas veces puesto de canto, tengo muchas dudas.