Me ha parecido un acto de valentía por parte de Teresa Rodríguez, portavoz de Podemos en el Parlamento Andaluz, denunciado al que algunos de sus amigos reconocen como un galán, Manuel Muñoz Medina, más salido que el perro de El Lele o más chulo que un ocho. Cosas así pasan a diario y casi nadie ejerce ese derecho, pero es que Teresa Rodríguez es una representante del pueblo y ha cumplido con su obligación: poner en su sitio a quien sin conocerla de nada, solo de verla por televisión, el pasado día 20 de diciembre se abalanzó sobre ella en la Cámara de Comercio de Sevilla y simuló un morreo para pegarse la vacilada. Si fue capaz de hacer algo así en una institución como esa, con testigos, ¿qué no habrá hecho alguna que otra vez con empleadas de su empresa o en alguna fiesta de esas en las que el vino le confunde. La única manera de acabar con estos machistas es hacer lo que ha hecho la representante de Podemos, denunciar la acción de manera legal y, además, en los medios de comunicación sociales para que se sepa de qué va semejante señorito.