La autopista a Cádiz dejará de tener peaje, pero los millones que costará mantenerla los pagaremos todos. En julio comenzarán las rebajas, pero antes los precios subirán de media un cuatro por ciento (un diecisiete, si hablamos de móviles). Los españoles invertiremos este verano un quince por ciento menos de dinero en olvidarnos de que somos una panda de pringados expulsados del paraíso de las quince pagas al año y el jamón en Navidad, pero antes de eso nos llevamos todo 2017 gastando un tres y medio por ciento más de media por hogar, alza sin parangón en una década. Tras conocerse que el número de millonarios españoles ha crecido un setenta y seis por ciento durante la crisis, desde el Congreso se hacen votos para recuperar los sueldos, al tiempo que la criptozoología nombra Criatura del Año 2018 a la subida salarial, esa gran desconocida. La UE lamenta la salida de EEUU del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, mientras los telediarios aún no han olvidado (ya lo harán) la de vueltas que ha dado el buque Aquarius antes de llegar a Valencia, en una pintoresca nota de color sobre la tragedia mediterránea. RTVE vuelve a ser libre para hablar bien del PSOE. En el PP hablan de ser una piña con muchos piñones con los mismos destellos navajeros con que Capuletos y Montescos hablaban de tender lazos entre familias. Al Gobierno le parece bonito todo lo que una mujer quiera hacer con su cuerpo, salvo la gestación subrogada. En el Mundial de Sudáfrica estaba el pulpo Paul; en el de Rusia, el lémur Spartak. Habría que preguntarle a la jirafa Cándida o al ornitorrinco Bartolo si el progreso pasará a cuartos. Está la cosa complicada. Esto es un coladero.