El espíritu de Blas Infante

Image
08 jul 2016 / 21:39 h - Actualizado: 09 jul 2016 / 11:56 h.
"Blas Infante"

Un 5 de julio de 1885 nacía Blas Infante, un hombre justo y bueno. Cincuenta y un años después, este notario de Coria, historiador, antropólogo, musicólogo, ateneísta, político, pensador, escritor y padre de esa patria andaluza que soñó llena de hombres y mujeres libres, era asesinado una madrugada de agosto, acompañado por algunos que como él, creían en un país construido a base de progreso e igualdad. Nunca estuvo más vivo el espíritu ideológico de Blas Infante que en la actualidad, ya que quienes acabaron con el hombre no sabían que nunca acabarían con sus ideas, porque permanece en el anhelado sueño de libertad así como en su tesón por devolver el orgullo a una tierra llena de pobres siendo tan rica, y tan culta, estando plagada de analfabetos, que sabe cantarle a la pena y sufrir con alegría. Es en su casa, Villa Alegría, levantada según su propio diseño sobre un altozano rodeado de árboles desde donde se divisa el Guadalquivir, donde se respiran muchos de sus conceptos sobre la esencia de lo andaluz, como un Locus Amoenus en forma de castillo situado entre Coria y la Puebla del Río, rodeado de yeserías, ventanas nazaríes y artesonados que recrean Al Ándalus. En ella habita ese espíritu inmortal de Blas Infante, entre los símbolos de la identidad política y emocional de su Andalucía; el himno, la bandera y el escudo por el cual, entre las columnas del Hércules, se entrelazan aquellos valores que en estos días rememoramos; la cultura, la igualdad o la alegría, señas de esta Andalucía libre soñada por Don Blas, para sí, por España y por la Humanidad.