De un tiempo a esta parte hay un mal rollo en el arte flamenco con asuntos como el machismo –puesto de actualidad por la cantaora Rocío Márquez-, el racismo, el talibanismo de los puristas y otros asuntos controvertibles. Pensábamos que todo esto estaba ya superado, pero no. Ahora han creado en Madrid el Festival Flamenco Diverso, para artistas gays, con Poveda, Rocío Molina y La Tremendita, entre otros. Eso de decir baile macho, o voz machuna, se va a acabar. Lo de hablar de la feminidad en el baile, no sé. El macho de María Borrico, por ejemplo, desaparecerá del léxico de los flamencólogos, salvo que quieras correr el riesgo de que te echen del país a gorrazos. ¿Cuándo no ha sido diverso el flamenco? Entonces, ¿a qué viene ahora esa división? Cuando se creó el Potaje Gitano de Utrera se le ocurrió a Marchena fundar en su pueblo el I Festival de Cante Payo y lo asaron vivo. No me extrañaría nada que si Podemos llegase a gobernar aprobara por decreto que se eliminaran los palos machos: el polo, el fandango y el jabegote, sin tocar la soleá, la seguiriya o la caña.