El no día de la mujer

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10 mar 2017 / 21:05 h - Actualizado: 10 mar 2017 / 21:07 h.

Demasiados mensajes apelando a lo valientes, fuertes y decididas que son las mujeres. Que la autocomplacencia no eclipse la realidad; a veces quien alaba argumentando lo maravillosas y magníficas que son después las marginan en determinados sectores. Siempre ha sido el ocho de marzo un día de reivindicación y así debe seguir siendo. No consiste en ser mujeres extraordinarias, sino iguales, capaces de compartir con los hombres las responsabilidades de la vida privada y el ámbito público. Desde aquellas sufragistas del siglo XIX a día de hoy, el objetivo del ocho de marzo ha sido siempre el mismo; una sociedad justa e igualitaria. El sufragio femenino universal, la libertad sexual, personal, mental, el derecho a ocupar cargos públicos, a la formación profesional, a la no discriminación laboral, deben seguir siendo algunos de los motivos de ese espíritu exigente y reivindicativo que siempre justificó la verdadera conmemoración del Día de la Mujer, el cual debe imperar por encima de halagos y alabanzas; porque la realidad es que el tiempo pasa y dichas reivindicaciones siguen sin cumplirse. Cien años han pasado por aquellas ejemplares antecesoras y aún se sufre una presencia pública femenina menor, una desigualdad salarial notable y una mayor responsabilidad en lo que al ámbito privado se refiere; mujeres usadas como objetos sexuales o acotadas únicamente en las funciones de esposa y madre; mujeres objeto, mujeres sujeto. Sigue siendo el ocho de marzo una fecha hostil para la mayoría de las mujeres del mundo, donde no hay nada que celebrar, solo seguir luchando.