El origen de las leyes y del derecho

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29 ago 2018 / 22:00 h - Actualizado: 29 ago 2018 / 22:00 h.
"Artículos con alma"

Volver a los clásicos es volver a los maestros, como lo fueron los clásicos grecolatinos, los griegos fueron los padres de la filosofía, que cultivaban el espíritu como Sócrates, Aristóteles o Platón, mientras que Roma se encargaba de legislar y de sentar las bases del derecho. Fue de Roma de donde surgió la necesidad de aplicar nuevas normas legales a las actividades y al comportamiento de la vida diaria y la de ir ampliando las leyes que ya existían sobre la propiedad de la tierra y sobre los mecanismos de herencia, sobre cómo se debería llevar a cabo esa transferencia entre familiares, además de seguir las Tablas o las normas y las leyes fijadas en el foro, que era donde de alguna manera se regulaban los litigios. El que ejercía de demandante debía públicamente hacer su petición al demandado, delante de testigos, ante los tribunales. No se podían negar a hacerlo porque entonces se les llevaba a la fuerza ante un magistrado que estudiaría el caso y que debía decidir si realmente era un caso legal, si había caso o no lo había. En Roma todo estaba legislado, los horarios laborales e incluso los derechos y los deberes de los consumidores. Cuando el demandado se negaba a hacerlo, las partes elegían a un juez que podía ser cualquier ciudadano, que fuera aceptado de mutuo acuerdo, el que analizaba las pruebas que facilitaban los abogados. Luego se emitía el fallo aunque sin capacidad para legal para que se cumpliera, porque al final las leyes romanas no eran solo para los patricios, sino también para la plebe o ciudadanos normales que podía elaborarlas a través de plebiscito. Julio César otorgó la ciudadanía romana liberando automáticamente a los médicos griegos. Prácticamente en ese mismo tiempo Roma fundó en Londres, para todo el Imperio, leyes en defensa del consumidor con el objetivo de que la comida que se vendía en los mercados estuviera siempre en buen estado. De igual manera se reguló el horario laboral dándole a los trabajadores urbanos 18 horas libres al día además de entradas gratis a los baños y a los espectáculos públicos, Pero no olviden que había muchos más trabajadores ya que había alrededor de 400.000 esclavos en la capital que eran mano de obra.