Los medios y los días

El pacto político

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27 dic 2018 / 08:38 h - Actualizado: 27 dic 2018 / 08:41 h.
"Los medios y los días"
  • Juan Manuel Moreno (i),y Juan Marín (d). EFE/Julio Muñoz
    Juan Manuel Moreno (i),y Juan Marín (d). EFE/Julio Muñoz

He entrado en la edad en la que la máxima de Nietzsche suena machaconamente en mi interior: "No es que me hayas mentido, es que ya no puedo creerte, eso me aterra". Aún así, confieso que aún tengo la esperanza de que el pacto político de las derechas en Andalucía nos depare algún fruto, ¡seré ingenuo!, es que uno se agarra a un clavo ardiendo cuando comprueba que el problema no es que el mundo vaya mal desde nuestro punto de vista ético, el problema es saber si tiene arreglo. El llamado socialismo ha convertido a esta tierra en una zona sumisa, acrítica y retrasada donde el disidente es marginado y expulsado de un rebaño adocenado bajo la dictadura de lo que han llamado igualdad, un sofisma que ni el mismo Marx compartía.

En los medios de comunicación he leído el pacto político y la vergüenza que sienten en Ciudadanos de entenderse con Vox, los de derechas más de derechas. Ciudadanos es el equivalente al PSOE –y a veces a Podemos- en eso que llaman izquierda: se avergüenza de su propia historia y lo mismo sirve para un roto que para un descosido: ahora estoy en Pinto, ahora en Valdemoro, cuando la verdad es que las derechas liberal y conservadora se han casado con la derecha ultraconservadora cuando ha sido menester para combatir al comunismo, sobre todo. Ahora, como el comunismo está casi muerto, no la necesitan.

Me gustaba aquello que sostenía Anguita: la teoría de las dos orillas, en una los que están con el sistema, en la otra los que están contra él, así de fácil y así de complicado pero se entiende, lo que ocurre es que luego llega la realidad y con la excusa de que uno debe adaptarse a ella se tira en la izquierda por la vía más cómoda, la de agarrar la poltrona que te ofrece el contrincante en lugar de trabajar en una alternativa real ante él y contra él. Y es que hay bastante gente en la izquierda y en la derecha que no tiene dónde caerse muerta, carece de oficio y beneficio y un silloncito por no hacer nada es muy seductor, el silloncito convierte al mediocre en alguien y al que es alguien en mediocre. Entonces aparece de nuevo Nietzsche: “La política es el campo de trabajo para ciertos cerebros mediocres.

De todos modos, el caso es que cuando leo bastantes puntos del pacto, cualquiera diría que lo ha escrito el PSOE también. Verbigracia:

■ Desde Andalucía defenderemos la Unidad de España y del Estado de las Autonomías bajo los principios de igualdad y solidaridad consagrados en nuestra Constitución.

■ Ciudadanos y el Partido Popular se comprometen a la separación inmediata de los cargos públicos en todas las instituciones andaluzas, tanto autonómicas como locales, que hayan sido o sean imputados formalmente por delitos de corrupción, hasta la decisión definitiva del órgano judicial.

■ Aprobaremos un Proyecto de reforma del Estatuto de Autonomía de Andalucía para la supresión de los aforamientos.

■ Aprobaremos un Proyecto de Ley de Despolitización de la Junta de Andalucía que garantice la profesionalidad, imparcialidad, responsabilidad y honestidad de todas las personas al servicio de las instituciones públicas andaluzas (ja, ja –esta risa es mía-).

■ Constituiremos un Grupo de Expertos que estudie las posibilidades de redimensionamiento y de mejora de la eficiencia en la utilización de los recursos por la Radio y Televisión de Andalucía (RTVA).

Desmontar la “administración paralela”, controlar las subvenciones y concursos públicos, librar a la función pública de injerencias políticas (ja, ja), reforma de la ley electoral, bajada de impuestos de la clase media, otro modelo de financiación solidario con Andalucía, reducción del desempleo, estimulo a los trabajadores autónomos, más planes de empleo, otra vez otra comisión de expertos que ponga en marcha la modernización de Andalucía, competitividad para las empresas andaluzas, impulso de la I+D, apoyo a la cultura, sanidad pública universal de calidad, educación que garantice la excelencia y la igualdad de oportunidades, atención a la igualdad de las personas dependientes, conciliación trabajo-familia, defensa de la mujer, apoyo a la diversidad sexual y de género, pitos y flautas.

En conclusión, nada nuevo, se supone que las derechas de toda la vida van a hacerlo mejor que la derecha socialista, por tanto, no queda otra que esperar aunque por lo general esperemos poco o nada porque el papel es muy sufrido y, sobre él, el mundo se arregle en una noche.

Oigan, y todo esto que han acordado, ¿por qué no lo suscriben ante notario y con responsabilidad jurídica penal si no lo cumplen? Miren, llegados a un punto en el que en el mundo sólo existe el orden del mercado, ¿qué es lo que realmente les separa a ustedes? Salvo excepciones minoritarias y fácilmente superables, matices, unos quieren el huevo duro y, los otros, pasado por agua pero todos quieren huevo. Entonces, lo que los desune en realidad, en el fondo, son cuestiones emocionales, ¿por qué no se unen todos y remamos en la misma dirección? Imposible eso en la especie humana que funciona sobre la base de la rivalidad entre grupos y personas, en torno a instintos, carismas, jefes guerreros, simbologías y otros mitos, de ahí que está bien el tema como está aunque racionalmente sea un auténtico juego de niños, la pugna entre razón y emoción, realidad y deseo.