El pregón de González Serna

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19 mar 2016 / 23:07 h - Actualizado: 19 mar 2016 / 23:08 h.
"Pregón de la Semana Santa 2016","Rafa Serna"

Como acto preparatorio de la Semana Santa, el pregón ratifica cada año sus rasgos. Así, la forma académica de lectura desde el atril en un marco solemne, entre autoridades y público expectante, anunciando lo que está por venir, cosa que, como peculiaridad, los destinatarios conocen anticipadamente.

El pregón es para ser oído y visto, no para ser leído, y ello porque, en él, es fundamental la transmisión de sentimientos que se produce a través de la palabra y los gestos del pregonero que pretende la participación de los oyentes mediante el recuerdo actualizado de sus hechos y vivencias. Este año, la música fue también pieza importante en esa transmisión de sentimientos.

Debe cuidarse la redacción, utilizando la poesía quien tenga ese don o al menos la prosa poética. Su contenido central es siempre una confesión pública de amor a Sevilla y a sus hermandades, con guiños familiares y referencias, con claro sentido religioso, a las imágenes titulares de estas. Pero la personalización que hace cada pregonero de ese contenido, marca las diferencias. Exige autenticidad y desnudez del alma para que aflore la verdad íntima y por eso, sobre todo entre nosotros, el pregonero debe haber vivido lo que dice. No basta ser buen orador o literato. Un buen pregón hace llorar.

A todo respondió sobradamente el de este año, haciendo vibrar emotivamente a los sevillanos, cofrades o no, pues casi todos los sevillanos, cada uno a su manera, vivimos la Semana Santa.

Enhorabuena Rafael, pregonero de La Alfalfa, para siempre, ya, pregonero de Sevilla.