El calor de julio, que parece que llega del mismo infierno, nos anuncia que las gentes de Triana prepararon toíto lo que concierne a su Velá... Algo que la Señaíta Santa Ana no deja pasar por alto desde que vino en su caravana cruzando montes y campos con San Joaquín y María, y un compás por bulerías de los gitanos cantando en el nombre del Mesías... Cuando paso por el puente, Triana, contigo vida mía... Puente moro que el rey Fernando hizo Santo, Alfonso El Sabio hizo sabio y el río, poquito a poco, el portalón de su barrio... El arrabal de Triana en la orillita del río, donde vive Santa Ana en medio de un caserío en el que se fue fraguando con un aire diferente una Triana distinta, singular como su gente, una Sevilla tan linda, personal e independiente donde María y su agüela bailan coplas corraleras en el patio de su altar que está en la misma plazuela donde Triana venera a Dios Padre celestial.
Por eso, como todos los años, voy a cortar la simbólica cinta del mencionado puente para que todos pasen y entren a la gran fiesta de Triana, atendiendo al pregón eterno y popular que dice: Pasen, señoras y señores, niños y abuelos, vengan todos a este barrio trianero por su puente de guirnaldas y banderas y no dejéis de rezar en «el mechero» ante la Virgen del Carmen, Marinera... Que pasen la Giralda y sus campanas, San Lorenzo, Santa Cruz, la Resolana, San Pedro, la Calzada y San Esteban, ¡vengan todos a disfrutar de Triana y pónganse el mundo por montera!... Canten y bailen a la orilla del río, disfruten del duende de un quejío, gocen de un requiebro corralero, pedaleen sobre el Zeppelín del estío y aspiren el barro del mercao Alfarero... Remad sobre festivas barquillas galanas, saborear la verde tradición de las avellanas, echad a volar entre veletas y espadañas, colmad de flores los volantes de Santa Ana y jugad al chapuzón de la cucaña... Escuchen los gozos de la Señora, impregnaros de Rosario de la Aurora, beberos la música en un vaso y embriagaros de Velá, hora tras hora, disfrutando de Triana, paso a paso...
Triana cautivadora, Triana resplandeciente, Triana encandiladora, Triana magnificente, Triana fascinadora, Triana, diosa del duende que a todo el mundo enamora con su magia seductora tan solo, cruzando el puente... Y en el Altozano, cerrando los ojos, oliendo a Triana, aromas de barrio, suspiros de Cava. ~