La izquierda española no es más torpe porque no se entrena. ¿Quién se acordaba ya de José María Pemán? Pregunten ustedes a la salida de un teatro y uno de cada mil sabría decir quién fue el escritor, poeta y dramaturgo gaditano. Seguramente nadie sabría recitar de memoria su Elegía a la muerte del maestro, en recuerdo de don Antonio Chacón. No sé si es copla gitana / o si es refrán español / el que nos dice que el sol / hoy se va, vuelve mañana. Llega la izquierda y lo quiere hacer desaparecer por franquista, como si fuera parte de unas cuentas que hay que ajustar todavía con el dictador gallego. Habría que hacer desaparecer tantas cosas. Pemán era franquista, claro. A ver si va a resultar ahora que luchó toda su vida contra Franco y que se opuso con todas sus fuerzas al golpe de estado del 36. Y que no era monárquico hasta la médula. Más franquista y monárquico no se podía ser. Pero lo cierto es que su obra no tuvo el peso de la de los más grandes de la literatura, la escena y la poesía españolas. Pero llegan estos de Jerez, mandan su busto a un trastero municipal y lo hacen regresar.