Soy bético pero me satisfacen las victorias del Sevilla, por encima de Sevilla y Betis está Sevilla. Deseo que venza al Barcelona, no me gustan los equipos que han convertido al fútbol en un negocio inmoral con el apoyo de las televisiones y de una masa que debe tener poca riqueza interior. Equipos que parten con ventaja todos los años cuando comienza la Liga porque algunos de sus puntos los aportan los árbitros.
Mi obligación es mirar por mi entorno más inmediato, comprendo que los políticos tengan que escenificar esas presuntas alianzas entre ciudades andaluzas pero Andalucía no ha existido nunca, han existido las andalucías y al Betis y al Sevilla los insultan y les pitan por ahí por los campos de fútbol de Andalucía cuando juegan con otros equipos no andaluces, pongamos por caso en los trofeos veraniegos.
Lo del Betis ha sido un despropósito desde hace años. Escribí hace tiempo un artículo titulado Lopera vete ya, pero a Lopera lo echaron y después se ha demostrado el significado del líder ya que una especie de fanfarronería amateur se apoderó del Betis, al que metieron en una dinámica judicial interminable de no comer ni dejar comer.
Por otra parte, no estoy de acuerdo con eso de que la afición del Betis, en general, sea tan excelente. Se trata de un amplísimo colectivo con un comportamiento marcadamente bipolar y resignado que no beneficia tanto al equipo como parece. En este sentido me gusta mucho la línea que siguen periodistas como Florencio Ordóñez o aficionados como Javier León que, en mi opinión, representan a la Sevilla moderna y del futuro pero que tienen que estar autocensurándose, pidiendo perdón y excusándose continuamente ante numerosas personas que piensan demasiado con el corazón.
Si se desea el Betis del manquepierda no deben existir problemas, no importa que el Betis esté en Primera o en Regional, se acude al campo y al final del partido se va uno a casa, pero si se anhela un Betis que se acerque al reto que le ha puesto el Sevilla se deben terminar gestos como ir 20.000 personas a recibir a un Joaquín que viene de vuelta, eso es una afición perdedora. Yo desde luego no quiero tal mentalidad sino un Betis, mínimo, como el Sevilla porque deseo que mi ciudad se llene de gente, de industrias, y dejemos ya de ser la ciudad de la gracia para ser una gracia de ciudad y terminar con ese vergonzoso 30 por ciento de paro, oigan, 30 por ciento. El Sevilla FC lleva años creando puestos de trabajo directos e indirectos, lo felicito, que no decaiga y se sume el Betis.