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La Tostá

¿El tiempo de Rosalía?

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
02 nov 2018 / 07:30 h - Actualizado: 01 nov 2018 / 21:53 h.
"La Tostá"

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Al final han convertido a la cantante catalana Rosalía en un fenómeno social. Mira que canta mal el flamenco, pero hoy apenas importa cantar o no con enjundia sino dar bien en la pantalla o tener miles de seguidores en las redes sociales. Cantar por derecho canta El Cabrillero de Utrera, sobrino de Chocolate, y no sale de su casa. Miles de personas van ya a los conciertos de Rosalía y su último disco, El mal querer, puede batir récords de ventas en todo el mundo. Ella dice que no va de cantaora, pero en realidad sí va de eso y se ha apoyado en el cante flamenco para darse a conocer. Luego le dará la patada al cante y se dedicará a forrarse con una música comercial que tiene millones de consumidores en todo el mundo y a los que les da igual el pellizco jondo.

Hoy es todo márquetin y no solo en la música, sino en política. ¿Quién le iba a decir a Pedro Sánchez que llegaría a ser presidente del Gobierno de España, aunque lo haya logrado engañando a todo el mundo. En lo referente al cante, los que de verdad han sabido cantar se han muerto en la miseria y olvidados por todos. Tomás Pavón, por ejemplo, el hermano pequeño de la Niña de los Peines, murió en una humilde habitación que le había dejado su hermano Arturo en la Plaza de la Mata, en la Alameda de Hércules. Allí murió, en 1952, uno de los grandes genios del cante jondo, quien le cantó solo a personas de su gusto, sin tener en cuenta o no el hambre.

Tomás llegó a cazar gatos en la Alameda para poder comer, cuando estalló la Guerra del 36 y su hermana Pastora, que era su sostén, se vio obligada a refugiarse en la capital de España hasta el final de la contienda civil. Por eso cantaba Tomás como cantaba, porque tenía su propio universo y no necesitó nada que viniera de otros mundos. En aquellos años había muchos y muchas artistas del género flamenco que no claudicaron ante lo comercial y que fueron felices cantando en los cuartos o en fiestas, porque vivían de ello. Tomás, El Gloria, Juanito Mojama o La Moreno y La Pompi se buscaron la vida en lo que podían y han quedado en la historia del cante. Rosalía también quedará, sin ninguna duda, pero no precisamente porque tenga el don de la jondura.

Suelen decir que no se le puede reprochar que no cante como se cantaba hace décadas, porque son otros tiempos. Claro. Mejor que no lo intente.