La Tostá

El Verdón Mutante

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
03 ene 2019 / 08:28 h - Actualizado: 03 ene 2019 / 08:30 h.
"La Tostá"

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En La Puebla del Río hay un bar que se llama El Verdón Mutante, una antigua asociación de pájaros que hoy es un bar sin más. Un local sencillo donde se reúne un grupo de amigos sin más pretensión que la de almorzar en animada charla, cerrando siempre con sevillanas, porque La Puebla es tierra de sevillanas, la patria chica de Los Romeros, Ecos de las Marismas, María de la Colina o Loli la Canastera. Guillermo Calado, de Ecos de las Marismas, es uno de los habituales de los almuerzos de los miércoles, una especie de juglar del género que es reclamado en las mejores fiestas rocieras. No es esto lo noticiable, sino el hecho de que en este local no se hable jamás de política, ni siquiera en tiempos de elecciones. Y esto es algo de un valor quizá escasamente entendido en unos tiempos en los que todo gira en torno ala política, pero sobre todo en los medios de comunicación social. Es irrefutable que existe un divorcio de la sociedad con la política andaluza, como hemos comprobado en las pasadas elecciones autonómicas, con la mitad del electorado pasando olímpicamente de lasurnas, de consecuencias ya conocidas. En El Verdón Mutante no se habla de política, solo se da buena cuenta de los guisos de El Palenque y de las Melonas, unas cuñas insuperables. Jamás he visto mal rollo en esta tertulia de cada miércoles, sino todo lo contrario: buena armonía, compañerismo, sentimientos y arte, el de la tierra, donde hasta las piedras de la calle cantan y bailan por sevillanas, como las delBarrio de Santiago de Jerez lo hacen por bulerías o las del de La Viña, de Cádiz, por alegrías, aquellas que bailaba como nadie Rosario Monje Monje, La Mejorana, la madre de la gran Pastora Imperio, que ponía patas arriba el Salón Silverio o el Café de don Manuel Ojeda, El Burrero. Parece un milagro, pero en este local no se habla de política ni de fútbol.