Hasta donde alcanza mi memoria, la figura del titiritero siempre me produjo una especial fascinación. De niña, más allá de las historias y de los personajes a los que daban vida los títeres, sentía una tremenda curiosidad por el mecanismo que hacía posible que los muñecos hablaran y se movieran, como si estuvieran vivos. Porque así era como yo los veía, muñecos de madera pequeñitos y diferentes, pero tan vivos como yo. Aunque eso sí, mucho más traviesos y divertidos.
Ni que decir tiene que el tiempo y el conocimiento cambió mi mirada. El halo mágico que envolvía los escenarios donde las marionetas cobraban vida se fue desvaneciendo. Pero la figura del titiritero me maravilló aun más cuando tuve la oportunidad de conocer bien su oficio. Si hay un profesional de las artes escénicas generoso, inquieto, capaz de resistir y renovarse hasta ponerse el mundo de la fantasía por montera, ese es el titiritero. Hasta el punto que hoy en día los espectáculos de títeres han evolucionado hasta rozar en muchas ocasiones la excelencia, conformando propuestas espectaculares que comportan todo un complejo mecanismo escénico, aunque sin renunciar por ello a su condición tradicional.
No hay más que echar un vistazo a la programación de este año de la Feria Internacional del Títere, el festival más longevo de España. Se trata de una oferta de espectáculos tan variada como exquisita que aúna tradición con modernidad. No en vano uno de los espectáculos que abre la feria es la propuesta del Centro Dramático de Évora, propietario de las tradicionales marionetas de Santo Aleixo, los títeres más antiguos de Europa. Son marionetas de varilla, de tamaño diminuto, que se manejan desde arriba por actores profesionales, aunque sus textos proceden directamente de la tradición oral y se dirigen a un público adulto.
Porque a pesar de que resulte fácil identificar a los títeres con la infancia, hoy en día podemos contar con una variada gama de obras de títeres para adultos que cuentan con un alto poder de evocación, repleto de espectacularidad y lirismo. Podemos constatarlo durante esta nueva edición, tanto con las representación de salas como con las de calle. Aunque como era de esperar, la mayor parte de las obras se dirigen al público infantil y familiar. Entre todas abarcan un amplio abanico de modalidades y técnicas diferentes, como las marionetas de hilos, las de varillas, las de guante, las de dedal, las de técnica mixta, las de espinal, las de sombras translúcidas, de sombras opacas, marotes... Todas ellas estarán representadas en este singular escaparate, que durante las próximas tres semanas (del 10 al 27 de este mes) conseguirá hacernos viajar a ese espacio de abstracción donde la emoción, la inocencia y la ternura, se erigen en protagonistas.