Se vuelven a ver muchos ovnis en Andalucía, el otro día en Brenes. A ver si los extraterrestres se dejan ver ya de una vez por todas, pero en serio. Me interesa la ufología y hay algo que nunca he entendido, dos cosas principalmente. Primero, que no se decidan a aparcar un día una de su naves en plena plaza de España de Sevilla para que podamos recibirlos con un coro rociero o Los Incasables de Torreblanca, si existe aún este grupo callejero. Segundo, para ver de verdad cómo son físicamente, porque nunca me he creído eso de que sean verdes, cabezones, con patas largas y ojos de lagarto. Lo mismo, llevan siglos entre nosotros. Su vecino puede ser un extraterrestre. Paquirrín, sin ir más lejos, porque, como a los marcianos, no se le reconoce oficio alguno. ¿En qué trabajan los extraterrestres? Vienen a veces, posan sus naves en el campo –nunca en las ciudades–, estiran las piernas y jamás se dejan una herramienta, unos alicates, algo que nos dé una pista. A ninguno se le ha caído nunca la cartera o las llaves del platillo. Creo que son unos cachondos.