España huele a pueblo vacío

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Juan Luis Pavón juanluispavon1
09 mar 2017 / 22:34 h - Actualizado: 09 mar 2017 / 22:36 h.
"Pasa la vida"

La mayor ruptura de España no acontece en el Parlamento de Cataluña, donde se pretende indultar la corrupción sistémica mediante el chantaje secesionista. Aún es mayor la ruptura que sucede con estruendoso silencio en Castilla y León, Aragón, La Mancha, Extremadura,... La despoblación de muchas comarcas es tan grave que ya se considera irreversible. No hay personas ni para la conservación básica del territorio y de las infraestructuras. El mayor desequilibrio de España no se origina en el agravio de la irrisoria fiscalidad de Madrid, desleal competencia respecto a otras regiones que ya cuentan de antemano con la natural desventaja de no tener el atractivo de la gran capitalidad. Pero, aunque no se hable de ello ni en el Congreso de los Diputados, todavía es más desequilibrante la brecha demográfica y socioeconómica entre la España urbana costera respeto a la España rural alejada del mar. Por ello, con espíritu democrático y talante de crítica constructiva, podría acuñarse el lema de que España ahora es una, grande, libre y semivacía.

Muchos españoles urbanitas van a descubrir desde el sofá, contemplando este domingo el programa ‘Salvados’, su ignorancia sobre lo que sucede a una o dos horas de su domicilio. ‘España Vacía’ es su título, como el del libro del periodista Sergio del Molino, que ha logrado repercusión con su mezcla de ensayo y reportaje para testimoniar una verdad tan gigantesca y un desconocimiento tan mayúsculo sobre las adversas condiciones de vida que padecen quienes habitan miles y miles de pequeños núcleos rurales. No solo se han extinguido en ellos los niños y los jóvenes. No solo están a enorme distancia de los juzgados, hospitales, colegios,... Además de la brecha geográfica, sufren la brecha digital: débil cobertura de internet, propia de países subdesarrollados, y falta de innovación en la Administración electrónica para articular una moderna teleasistencia que les permita resolver desde casa cualquier tipo de trámite y no meterse en carretera para cualquier asunto menor.

La mayoría de los diputados y senadores proceden de la suma de provincias vaciadas. La ley electoral corrige al alza la representación de esas circunscripciones. Si defendieran como primera providencia a su tierra y a sus paisanos, podrían conformar mayorías parlamentarias para reorientar el rumbo de un país que está sembrando un futuro de disparate demográfico (sin natalidad) y territorial (saturado o vacío). Pero en Madrid incumplen el mandato popular porque se ponen al servicio de las minorías que dirigen sus partidos y les ponen o quitan de las listas.

Benito Moreno, con su sorna, ya puede rebautizar su canción: España huele a pueblo vacío. En esto, Andalucía es punto y aparte. Con los andaluces parados que sobreviven en la economía sumergida se podrían repoblar los antiguos reinos de Castilla, León y Aragón.