Este no es su cortijo, señor Tebas

La hipotética disputa de partidos fuera de nuestra frontera demuestra lo poco que el aficionado importa en la LFP

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08 oct 2015 / 11:09 h - Actualizado: 08 oct 2015 / 13:20 h.
"Deportes","'El Descuento'","Javier Tebas"

Javier Tebas sigue empeñado en hacer de nuestro fútbol un circo. No contento con reventar los estadios y pisotear al aficionado con horarios impracticables, ahora pretende ir más allá. «A medio plazo, jugaremos partidos de la Copa o de la Liga en el extranjero. A corto plazo no va a ser posible. Aún no podemos decir dónde se jugarán estos partidos. Se necesita desarrollar los proyectos y, por supuesto, los permisos de organizaciones internacionales como la UEFA o la FIFA. Y ahora la FIFA está muy entretenida con la corrupción...». Mire usted, señor Tebas. Vale que haya conseguido que los dirigentes de nuestros clubes le hagan la ola por repartir las migajas de los derechos televisivos, vale que haya hecho que presidentes de entidades referentes en nuestro fútbol se enfrenten incluso a sus aficionados, pero esto es la mayor sinvergonzonería que se le ha podido ocurrir.

Su dilatada experiencia en el mundo del fútbol debería haberle enseñado que los estadios, las ciudades donde juegan los equipos y sus aficionados son sagrados. En su empeño por convertir esta Liga en la mejor del mundo, debería empezar por organizarla y no por reventarla como está haciendo. Ni todo es el dinero, ni todo se puede comprar. Usted no puede llegar a Sevilla, por ejemplo, y reírse de los más de 40.000 que entran en uno u otro estadio y llevarse a sus equipos a jugar lejos de aquí. ¿Con qué derecho se cree usted para hacer y deshacer lo que le dé la gana? ¿Son suyos nuestros clubes? Ya ha conseguido vaciar estadios con su política televisiva, pero su avaricia le puede. Tiene ansias de poder, quiere demostrar a toda costa quién mea más lejos. Pero recuerde, la avaricia rompe el saco, y esta vez se ha pasado. Este no es su cortijo, aquí no puede hacer lo que quiera, que no, que no puede. Si los chinos o los japoneses quieren ver fútbol, que vengan. Sacar a nuestros equipos de su casa y privar a sus aficionados de algo que es suyo para dárselo a otros, por mucho dinero que puedan ofrecer, también es robar. Está arrebatando el sentimiento a un puñado de miles para comerciar con ello en el resto del mundo. Espero que los clubes no le den bola y no permitan que compre también el sentimiento de los aficionados. Ya está bien, hombre. Céntrese en que sepamos a qué hora jugarán sus partidos en la jornada 34, por ejemplo, y deje de reírse de los aficionados al fútbol.