El reputado y televisivo chef Jordi Cruz ha cometido un grave error. Y no es tener a gente trabajando sin cobrar.
Su error ha sido decir que trabajar sin cobrar al lado de los mejores vale su peso en oro. Y claro, en España nos quedamos con las formas y obviamos el fondo.
Una cosa es el abuso laboral, contra el que evidentemente estamos todos en desacuerdo, y otra cosa bien distinta es aceptar cobrar en especie. Sí, en especie, han leído bien. Porque en este bendito país la creatividad y el conocimiento no se valoran. Aquí no vale nada si no se palpa. Si usted se parte la espalda trabajando a cambio de algo material, vale. Pero si usted trabaja sin ver un duro, por recibir una enseñanza que no le va a enseñar nadie más, usted es un chufla.
Mire usted, si Jordi Cruz o San Arapapúa de Aravaca han abusado de los trabajadores, leña al mono. Pero dejemos las demagogias.
Hay gente que paga una millonada por un puñetero Master, donde muchas veces solo se paga el título, la experiencia ni se huele.
Y hay otra gente que decide voluntariamente no cobrar para formarse junto al que sabe, para luego ser uno de esos mejores y cobrar lo que le dé la gana por lo que hace.
¿Se iría usted, estudiante de ingeniería, a currar gratis a Ferrari a hacer el Mundial de F1?. ¿Se iría usted, estudiante de sonido, a currar gratis a una gira de los Rolling Stones?. La respuesta es obvia, si se quiere aprender en la élite. Si lo que quiere es cobrar desde el minuto uno, está usted en sitio equivocado.