Exigencia y responsabilidad en los fichajes

Eduardo Maciá y Pepe Mel ya han mostrado sus preferencias por fichar poco pero bueno antes que mucho y mediocre, pues la economía del club no va a permitir milagros

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11 may 2015 / 20:09 h - Actualizado: 11 may 2015 / 22:55 h.
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  • Eduardo Maciá y Pepe Mel, el sábado antes de viajar a Mallorca. / Inma Flores
    Eduardo Maciá y Pepe Mel, el sábado antes de viajar a Mallorca. / Inma Flores

El Betis aún no ha subido, pero tiene muy bien encarrilado el ascenso, mejor incluso de lo que todos pensábamos cuando Juan Merino primero y Pepe Mel después se hicieron cargo del equipo para corregir el rumbo desvariado que llevaba con Velázquez. El linense lo cogió a ocho puntos del ascenso -y el liderato- y se lo dejó al madrileño a tres. Este lo puso líder en diez partidos y luego ha logrado marcar diferencias muy considerables con sus perseguidores: seis puntos sobre el tercero y el goal-average ganado a casi todos.

Solo una debacle sin precedentes privaría al Betis del retorno a Primera por la vía directa, pero aún faltan un par de victorias, o tres, para que sea un hecho consumado, así que hacen bien todos desde dentro del club en pedir cautela y no lanzar las campanas al vuelo.

Ello no quita para que tanto Mel, como Maciá, Alexis y el resto de la secretaría técnica estén trabajando ya de firme en la planificación del equipo para la próxima temporada en Primera división. Y tanto el entrenador como el director deportivo coinciden en su preferencia de fichar pocos futbolistas que marquen diferencias antes que muchos de relleno. La experiencia reciente debe servir de lección.

A muchos les pide el cuerpo traer a no menos de quince futbolistas de golpe y dar boleto a otros tantos de los que van a devolver al equipo a Primera. Tal y como está la economía del club es utópico y, por ello, irrealizable. Incidir en ese mensaje no le hace ningún bien a la entidad. Lo que es menester es acertar en los cinco o seis que vengan en verano y poner las bases para consolidar al Betis durante un largo periodo en Primera división, donde nunca estuvo más de diez campañas seguidas. La tarea no parece demasiado complicada con el potencial social que tiene el club, pero a la vista está que sí lo ha sido hasta el día de hoy.

Maciá ya ha advertido que es fundamental acertar en la primera remesa de fichajes que han de formar la columna vertebral del plantel a medio plazo y ese es su gran reto este verano, no el de colocar a quince o veinte y traerse a otros tantos porque eso es, sencillamente, irrealizable. Exigencia, sí, por supuesto: la máxima. Pero sin pajaritos en la cabeza y con los pies en el suelo.