Desde los ya lejanos años del tardofranquismo, a finales de los 60 y primeros 70 del siglo XX, venimos denunciando la catástrofe social y económica que sufriría –y ya está sufriendo– España con su política demográfica. En la sesión Números cantan (Abc), expusimos los daños irreparables que los seudos franquistas le estaban haciendo al franquismo y el resultado fue que la censura prohibiera nuestros artículos. Gracias a esa decisión administrativa, el editor José Manuel Lara publicó nuestro primer libro, titulado Andalucía: los 7 círculos viciosos del subdesarrollo (Planeta, 1972), donde incluimos los textos prohibidos en Abc.
Los ya precursores de la UCD, aceleraron la caída de la natalidad y también acabaron con las Universidades Laborales, tan odiadas por las derecha meridional, base del feroz caciquismo decimonónico y primera mitad del siglo XX.
España se ensañó con la natalidad hasta alcanzar extremos inauditos, y para que una familia tuviera los mismos beneficios que una de Austria con cuatro hijos, en nuestra Patria tendría que tener ¡treinta y cuatro hijos!...
En pocos años nos pusimos los penúltimos del mundo occidental, detrás de Italia, en tasa de natalidad. Recuerden que España e Italia eran las naciones más católicas...
Los gobiernos que ha tenido España desde 1965 hasta hoy, han carecido de la mínima voluntad de solucionar el problema de la bajada galopante de la tasa de natalidad y de ahí el envejecimiento de la población y del pago de las pensiones. Y la situación ya no tiene remedio.
España ya es Expaña...