La marca Sevilla sigue creciendo a pasos agigantados. A las giras asiáticas o compromisos por el resto de la geografía, hay que añadir ahora esta Supercopa Euroamericana a la que el conjunto de Nervión llega como campeón de la Europa League. No se confundan, un torneo creado por y para generar cash y el Sevilla hace lo que tiene que hacer; clin, clin. Caja. Siempre ha sabido moverse bien en este sentido y ese también es un valor de grandeza. Para hacer rentable su marca, primero tiene que saber venderla y ahí tampoco le gana nadie. Ha sabido como pocos aprovechar cualquier resquicio para seguir generando beneficios a una marca que a pesar de estar consolidada, necesitaba un empujón como el que ha tenido, sobre todo en esta última década.
No es ninguna casualidad, los éxitos deportivos contribuyen sobremanera a esto que les cuento, pero no es suficiente. Hay una tarea importante detrás de todo eso y que también nace del seno de la entidad. No sé cuantas veces hemos hecho referencia al club y su estructura consolidada como modelo de gestión, en este caso concreto, hay que volver a resaltar lo que supone esa labor. En términos económicos es difícil calibrar el impacto que todo esto causará a las arcas del club, entre otras cosas porque no se hicieron públicos. Aún así, tanto usted que lee como yo, estamos convencidos de que ha merecido la pena recorrer más de 9.000 kilómetros para estar estos días en Buenos Aires. Jugar en el Monumental o hacerlo ante un histórico como River Plate son algún aliciente extra a todo esto, no por ello menos importante y a lo que no tendría acceso si no fuese el referente que es en Europa. A veces creo que no se le da el valor que realmente tiene a toda esta situación. El club mejor que nadie sabe que hay que aprovechar la coyuntura y sobre todo el momento dulce que atraviesa. Estar en el candelero no a estos niveles no sólo te hace vender camisetas o cobrar por torneos, también posiciona tu marca y te permite luchar con fuerza a la hora de negociar, por ejemplo, con jugadores de nivel bastante alto. Que le pregunten a Gameiro qué hace viviendo en Sevilla y no cerca del Turia. Igual, además del dinero, el prestigio y la marca también influyen.