Por el hogar del matrimonio formado por Mariano y Concha discurrió, plasmada con una tierna ironía, la transición de un país que evolucionaba lentamente, despertando del letargo de la opresión franquista a la conquista del wifi.
Forges hizo, de una manera brillante e inimitable, crítica social con humor en base a unos personajes míticos e inolvidables. Filosofaron los náufragos, las viejas Blasa y Cosma, aquellas que manejaban la informática, rezaban el rosario y andaban emparejadas, el funcionario profundo o la mujerona del muslamen que empequeñecía con su opulencia carnal a cualquier Romerales.
Introdujo su palabrería en el vocabulario popular llegando incluso a colarse en la Academia, ilustrando el diccionario con palabras forgianas como «bocata». Publicó la historia de España en viñetas, Historia de Aquí mientras Mariano seguía pendiente de un partido de fútbol, hundido en su eterno sofá a la par que su Concha evolucionaba, yéndose a la feria del libro.
Con su lápiz nos invitó a reflexionar acerca de la necesidad de la concienciación social, la defensa de la mujer y su igualdad o la guerra de Irak, incluso a acercarnos a los más desfavorecidos; los becarios, los ancianos o las víctimas de un terremoto, como aquel cartelito colocado en un rinconcito de cualquier viñeta para que a nadie se le olvidase que a alguien si se le olvidaba alguien, Haití.
Y porque supo retratar mejor que nadie los personajes de la España rural que a sus lectores les tocó vivir, Forges siempre tendrá en nuestros corazones un lugar donde vivirá eternamente, lo mismo que en sus viñetas.
Por el hogar del matrimonio formado por Mariano y Concha discurrió, plasmada con una tierna ironía, la transición de un país que evolucionaba lentamente, despertando del letargo de la opresión franquista a la conquista del wifi.
Forges hizo, de una manera brillante e inimitable, crítica social con humor en base a unos personajes míticos e inolvidables. Filosofaron los náufragos, las viejas Blasa y Cosma, aquellas que manejaban la informática, rezaban el rosario y andaban emparejadas, el funcionario profundo o la mujerona del muslamen que empequeñecía con su opulencia carnal a cualquier Romerales.
Introdujo su palabrería en el vocabulario popular llegando incluso a colarse en la Academia, ilustrando el diccionario con palabras forgianas como «bocata». Publicó la historia de España en viñetas, Historia de Aquí mientras Mariano seguía pendiente de un partido de fútbol, hundido en su eterno sofá a la par que su Concha evolucionaba, yéndose a la feria del libro.
Con su lápiz nos invitó a reflexionar acerca de la necesidad de la concienciación social, la defensa de la mujer y su igualdad o la guerra de Irak, incluso a acercarnos a los más desfavorecidos; los becarios, los ancianos o las víctimas de un terremoto, como aquel cartelito colocado en un rinconcito de cualquier viñeta para que a nadie se le olvidase que a alguien si se le olvidaba alguien, Haití.
Y porque supo retratar mejor que nadie los personajes de la España rural que a sus lectores les tocó vivir, Forges siempre tendrá en nuestros corazones un lugar donde vivirá eternamente, lo mismo que en sus viñetas,.