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Pasa la vida

Formación en jóvenes talentos para que sean artífices de su empleo

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Juan Luis Pavón juanluispavon1
21 abr 2019 / 07:19 h - Actualizado: 20 abr 2019 / 19:23 h.
"Pasa la vida"
  • Formación en jóvenes talentos para que sean artífices de su empleo

En cualquier municipio de España, durante la jornada del lunes 22 de abril, la curva ascendente de los quehaceres será comentada sobre todo desde dos puntos de vista: quienes vuelven a adaptarse a sus cometidos tras haber pagado y disfrutado de unos días de vacaciones, y quienes no pueden permitirse gastar dinero en asueto y ocio porque la precariedad carcome la subsistencia también en los festivos y fines de semana. Unos y otros transitarán cerca, con el velo de sus motivaciones y agobios a cuestas, en un paso de peatones, en la cola de la panadería o en un mensaje de 'call center' con ofertas de tarifas telefónicas. En el frenesí de un lunes donde resucita la impronta de las dificultades contundentes para que todos tengamos aire limpio, convivencia en paz, igualdad de oportunidades, empleo digno o clientes fiables. Y tras las idas y venidas a lo largo de un día siempre cargado de expectativas y de incomodidades con las que toparse, estamos convocados a escuchar de noche durante dos horas a quienes nos piden continuar siendo los líderes políticos de España. Mayúsculo contraste entre la calle y el plató.

Otra forma de hacer política es posible. Constructiva, transformadora, ilusionante y fructífera, en comparación con la cainita e inmovilista tónica dominante. Y ha sido posible entre nosotros. En etapas recientes. Por ejemplo, en un ámbito del que nunca se habla en los debates a la española, ni desde la tribuna del Congreso de los Diputados ni desde los cara a cara televisivos. La inversión en formación para facilitar que los jóvenes con talento y pasión por la cultura se empoderen como profesionales y artífices de su empleo. Momento y lugar idóneo para comprobarlo: este lunes 22 de abril, a las 20:00, en el Teatro de la Maestranza de Sevilla. Dos horas antes del debate. Concierto protagonizado por los 105 integrantes actuales del Programa Andaluz de Jóvenes Intérpretes. Han estado concentrados y trabajando juntos toda la Semana Santa para culminar su 'campus' haciendo vibrar el Lunes de Pascua con dos monumentos de la música clásica: 'Parsifal', de Wagner (resumido en su preludio y su final) y la séptima sinfonía de Mahler. Son la promoción que va a conmemorar el XXV aniversario de la Orquesta Joven de Andalucía. No hay debate: acertaron quienes hace un cuarto de siglo llevaban a la práctica estos criterios de política educativa y cultural.

En aquella España, y en aquella Andalucía, de finales de los años ochenta, recién incorporados a la Comunidad Económica Europea, se abría paso desde la sociedad, y se ejercía desde las instituciones, recuperar el tiempo perdido durante medio siglo de incuria y abandono en el que la cultura, más aún la cosmopolita, fue ignorada o arrinconada. Ese impulso, que tanto echó en falta Manuel de Falla cuando se esforzó en 1923 para fundar la Orquesta Bética de Cámara. Había que erradicar acendrados complejos de inferioridad, pues buena parte de la sociedad andaluza que votó la Constitución de 1978 ignoraba que la excelencia ante los atriles no es privativa de nacer ruso, alemán, austriaco, italiano o británico.

Las instituciones políticas siguen posponiendo afrontar la profunda reforma de los conservatorios, y desmontar sin miedo aquellos círculos viciosos donde la endogamia de quienes ganaron una plaza y no hacen carrera musical penalice la formación y la motivación de niños y jóvenes. Acertaron más al promover la creación de orquestas sinfónicas, y al propiciar un programa formativo como el que citamos, con buenos músicos en activo, para servir de ascensor a cualquier chico o chica de cualquier municipio andaluz que descollara por sus cualidades. Y evitarles la brecha entre la pericia individual y la actuación en equipo dentro de una sección orquestal bajo altas exigencias de calidad. Sin esa experiencia, profesionalmente serían mucho menos competitivos. Lo que debería debatirse en la política cultural, y no solo en la música clásica, es cómo extender y mejorar estas iniciativas de transferencia de conocimiento y experimentación. Se las llame o no FP Dual.

El mayor mérito, por supuesto, se basa en la capacidad de trabajo y en el espíritu de superación de cada uno de los numerosos jóvenes músicos andaluces que, muy por encima de cualquier otra época, se han abierto paso laboralmente en el panorama nacional e internacional. Tan cierto como que sus periodos de ensayos y conciertos como Orquesta Joven de Andalucía les sirvieron para dar un salto de calidad, para ratificar su vocación y para atreverse a ser profesionales de la cultura. Como la oboísta Cristina Gómez Godoy, nacida en Linares en 1990, que en 2013 ganó la plaza de oboe solista en la Staatskapelle de Berlín, y es contratada por los mejores teatros y directores del mundo. Hace dos semanas ha debutado como solista en el mítico Carnegie Hall de Nueva York. Y también triunfa con dicho instrumento el oboísta Ramón Ortega Quero, nacido en Granada en 1988, galardonado en dos ocasiones con el Premio Echo, que ganó plaza en la Sinfónica de la Radio de Baviera, dirigida por el gran Mariss Jansons, y después ha logrado ser solista principal de la Filarmónica de Los Angeles.

Hay muchos más ejemplos: el clarinetista Pablo Barragán, nacido en Marchena en 1987, cuya carrera internacional va 'in crescendo' desde que en 2011 ganó el Premio Europeo para Jóvenes y debutó con la Sinfónica de Basilea. El viola Luis Barbero, nacido en Motril en 1992, que ha ganado plaza como titular en la Sinfónica de Lucerna. O Luz Amable Sedeño, clarinetista nacida hace 20 años en Granada, ganadora en 2018 del primer premio del Concurso Mravinsky en San Petersburgo.

La prueba más reciente del cambio: En la convocatoria de la Joven Orquesta de la Unión Europea a finales de 2018 han sido seleccionados 11 músicos andaluces. Son el 39% de los españoles elegidos. Lucía Mateo (contrabajo), José Miguel Luna (trombón), Gema Jurado (violín), David Tinoco (contrabajo), David Cano (percusión), Jesús Pinillos (oboe),... Un referente para los jóvenes de menor edad.

Ojalá más pronto que tarde se entienda en España que los países más ricos también lo son porque consideran a la cultura una importante vertiente de economía y empleo. Si ni siquiera estamos aprovechando el espectacular avance de la lengua española como segundo idioma extranjero más estudiado. Cuando se comprende la enorme cantidad de profesiones especializadas que depara la cultura en la sociedad de hoy, entonces se desbarata la inercia que asigna a la cultura el rol de mero apéndice del turismo, o entretenimiento de cuatro eruditos, o servicio profesional que realizar gratis a quienes nunca dudan en pagar por consumir una cerveza.