Y salió en la tarde noche del jueves, la fumata del bastón de mando de nuestras cofradías en un reñido y eterno recuento de votos, con la venia de la Iglesia. Joaquín Sainz de la Maza, como Julio Cesar, llegó, vió y venció. Y no voy a hacer mas símiles de victorias, sean justas, agónicas, con mayoría o sin ellas, porque ya tenemos para eso las urnas de los colegios electorales y la política. Esta, ha sido una campaña de ilusiones que no tienen nada que ver con lo otro. Son las de la fe, la voluntad, el compromiso y de dar testimonio de quiénes somos los cofrades. Esa raza que algunos quieren extinguir, pero que no dan con el veneno.
Hay hombres de hierro en esta aventura, que se han dejado la piel y casi la vida, llevando el barco a las dos orillas del río. O mejor, capitaneando el galeón hasta más allá del parque de Miraflores. Andrés Martín es uno de ellos, sin olvidar a Alfonso Lozano y al que es justo agradecerle todo lo sufrido y trabajado. Lo ha hecho sin hacer ruido, como los buenos, sin ser un Macareno Apostólico, apostándolo todo por las hermandades de Gloria y dejando un camino labrado de espigas, que crecen solas, porque ya saben crecer. Gracias Andrés, amigo, tu lucha ha marcado la huella de unas cofradías, por las que Sevilla siempre vuelve. Por las que Sevilla, siempre vela. Haciendo valer que esto no era un pulso Macarena-Gran Poder, como se intentó hacer ver al inicio.
En las declaraciones de ambos candidatos, una vez conocido el recuento, se han repetido «la caballerosidad» y la «disposición» en sus primeras impresiones, como corresponde a gente de Iglesia. Los cofrades no somos de ponernos verdes. Eso se lo dejamos a los que se pelean en la tele. Ya nadie se acuerda de la campaña, ahora lo que priva es la caballerosidad entre los equipos, y un estrechón de manos para caminar juntos. Sin vencedores ni vencidos.
Echar la vista atrás sólo es aconsejable para recordar lo bueno. Así que busquemos esa visión que el nuevo Consejo nos ofrece, para que las cofradías tengan el sitio que les corresponde. Hoy solo podemos alegrarnos, y festejar un nuevo rumbo de la mano de los cofrades que hemos escogido. Gente cabal, sin dobleces, con muchas ganas y experiencia. Un Consejo que sabrá guiarnos y comprometerse en el servicio. Un Consejo que quiere a todas las hermandades porque todas forman el corazón de Sevilla, una ciudad que nos enamora y que cuidamos siempre.
Un abrazo fuerte para Manuel Jesús Fernández y a todo el equipo cofrade de El Correo de Andalucía. Feliz verano y nos encontramos en septiembre.