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Hay capitán para al menos dos años más

El club renueva a Beto después de lesionarse. Sin duda, la mejor muestra de confianza para el héroe de Turín

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07 abr 2015 / 13:37 h - Actualizado: 07 abr 2015 / 13:49 h.
"Sevilla FC","El Descuento","Beto"
  • Beto. / El Correo
    Beto. / El Correo

La jornada de ayer vino marcada por la noticia del día y seguramente de la semana en el Sevilla Fútbol Club: Beto renueva para las dos próximas temporadas. Esta vez a Pepe Castro no le salió un Rakitic con la renovación de uno de los héroes del último trofeo europeo conseguido por la entidad de Nervión. Había dudas en todo este proceso y tuvo que ser precisamente estando lesionado, otra vez, cuando la entidad y el jugador decidieron formalizar lo que hace una semana, y según palabras del propio presidente sevillista, era una realidad. Llama la atención el momento, justo cuando menos está jugando y después de sendas lesiones en un portero que ya tiene una edad. A sus 32 años -cumple 33 en mayo- ha demostrado ser un portero de garantías para su equipo. Sin embargo, han sido muchas las dudas en torno a su continuidad. La reciente salida de Palop y la experiencia que supuso, hacía presagiar que esta vez se lo iban a pensar dos veces. Y no dos, hasta tres y alguna más se lo ha pensado el club que a pesar de todo, y como es su obligación, ha peinado el mercado en busca de otras opciones. A favor del portugués dos elementos claves: el fuerte liderazgo que ejerce en el vestuario y el terreno de juego además de la comunión perfecta con la grada que lo considera un héroe, sobre todo, después de aquella eliminatoria con los penaltis frente al Betis en Europa, o la final, también decantada de esa forma ante el Benfica en Turín. Desde su llegada, hace ya más de dos años, Beto ha demostrado personalidad, liderazgo y sobre todo, ha dado seguridad a una portería que seguía huérfana tras las idas y venidas entre Palop, Varas y Diego López. No le hizo falta conocer siquiera a sus compañeros para plantarse en el Calderón y demostrar su carácter. De ahí en adelante, no podemos decir que el camino haya sido llano. Sin embargo, a las críticas recibidas por el excesivo lucimiento en determinadas acciones, siguieron los aplausos propios de quien es querido por una afición que no tardó mucho en meterse en el bolsillo del luso. Es capitán, y de los que manda, querido por la afición y su entrenador y además, puede presumir de haber participado de forma activa en la consecución de un título. Sea para jugar o no, lo merecía.