Van camino de convertirse en un tópico los análisis sobre el 'impacto económico' que aporta de modo directo e indirecto una inversión, o una infraestructura, o un evento. Como en botica, hay de todo: informes rigurosos, que realmente son fruto de muchas horas de trabajo, entrecruzando multitud de indicadores tras la búsqueda de datos nuevos; y documentos poco serios que son la antología del corta, pega y borra la fecha de caducidad de las referencias originarias. En ciudades como Sevilla, se dan cifras al voleo sobre el 'impacto económico' que depara la Semana Santa o la Feria de Abril. Se propagan incluso antes de que concluyan las fiestas. Magia potagia.
Es la tendencia de moda en todo el mundo, que emana del territorio bursátil: el mercado de futuros, el escenario de las prospectivas, la valoración de presuntas verdades, negociar con las expectativas. Hay tanta obsesión por anticiparse que ahora tienen menos reputación los profesionales del arqueo. Los que contabilizan qué había en la caja antes y cuánto hay después del fenómeno que causa el 'impacto'.
Todos sabemos que el mejor impacto para el porvenir de una sociedad es la educación de calidad. El empoderamiento de los niños y adolescentes para que desarrollen sus capacidades y habilidades. Si usted quiere vitaminarse anímicamente y ser partícipe de un impacto formidable, acuda hoy viernes o mañana sábado a la gran feria de mayo en Sevilla. Es la Feria de la Ciencia. La más potente de España. Le impactará darse un paseo por el real universo de Fibes y convivir con centenares de chavales que se desviven por atraerles hacia sus casetas y explicarles estupendamente las experimentaciones científicas que han montado previamente en sus colegios o institutos. ¡Eureka!, y funcionan.
Cuando, a lo largo del año, afloran de modo esporádico noticias estimulantes sobre la consecución de millones de euros para un proyecto europeo de investigación, o sobre galardones internacionales para jóvenes científicos, por desgracia aún ninguna institución, y ningún grupo político, hila la obtención de esos dineros, ni el desarrollo de esas empresas y empleos de calidad, con el impacto que lustros antes generó participar en la Feria de la Ciencia a los protagonistas de muchos de esos logros. Vivencia que marca a numerosos adolescentes y despierta en ellos la vocación por ser investigadores. Todo un impacto ambiental. Cantera de personas que aportan al haber de la riqueza, vivan en Sevilla o en Berlín, y no engrosan el debe de la población a la que sostener con los subsidios de desempleo.
Estos son los impactos en apariencia intangibles que han de ser radiografiados, para la adecuada toma de decisiones políticas y para la correcta configuración de la opinión pública.