Quizás haya personas cuyas voces son interesadas, y buscan poner en tela de juicio de manera continuada a Andalucía, es bueno reconocer lo que tiene que mejorar y ver las oportunidades cuando surgen los problemas. Pero hay una gran diferencia entre decir que no progresamos, que incluso hay una involución, y saber y tomar conciencia que la crisis económica nos ha pasado factura y que ahora toca recuperar y hacer frente a las secuelas que nos ha dejado. El modelo que triunfa siempre será en el que existen personas que colaborarán y con pensamientos coherentes.
Tenemos buenos niveles de educación, una juventud preparada, grandes profesionales trabajando en sectores de actividad de gran valor añadido y punteros. Un tejido empresarial en general que aunque se ha visto muy tocado por la crisis, y se han destruido muchas empresas, y empleos, se está recuperando a un buen ritmo.
Las empresas son claves para la recuperación y el impulso de la economía y se ha demostrado que sectores como el turismo y el agroalimentario han mostrado su resistencia ante las fases económicas depresivas. Que otros sectores, como el de la construcción, se han reinventado, diversificando sus actividades y las personas que perdieron sus empleos en este sector, también lo han hecho, con su esfuerzo. Así como las empresas que han internacionalizado su actividad. No obstante hay que continuar trabajando en muchos retos, entre otros, los de reducir las cargas administrativas, como también recomienda la Comisión Europea, y aunar las distintas normativas, ya que este tipo de cuestiones son causantes de que el crecimiento económico no tenga el ritmo adecuado. Y trabajar en no poner freno, porque sí, al desarrollo económico. En la economía se han producido cambios importantes, ha surgido también nuevos modelos de economía como la colaborativa, aparecen intereses diferentes, cambian los procesos y la cadena de valor por la evolución de la tecnología, las empresas también tienen mucho que cambiar, porque se tienen que dirigir de otra manera a su mercado.
El desánimo suele propagarse a mucha velocidad. Andalucía tiene muchos retos, pero como todas las comunidades autónomas. Generar oportunidades suficientes para todas las personas jóvenes, conseguir una igualdad de oportunidades real, poner medidas contundentes para eliminar las desigualdades, y no provocar sentimientos de odio y un trabajo incesante en la eliminación de las situaciones de exclusión social y vulnerabilidad.
Algunos pueden tener un interés especial en trasladar de manera permanente una imagen negativa de Andalucía, pero los datos demuestran que Andalucía progresa, y que sus personas también, y muchas son referentes en el ámbito nacional, internacional, en distintas facetas. Que sí es cierto que hay que proseguir trabajando desde todos los ámbitos de la sociedad, y recuperar los niveles que teníamos antes de la crisis y mejorarlos. Los referentes políticos tienen que ser conscientes de que son los impulsores del ánimo, de la ilusión, para retener a las personas jóvenes, para involucrar a la sociedad en su conjunto. Crear desidia no es lo que necesita la sociedad.