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Inexplicable

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22 mar 2017 / 22:53 h - Actualizado: 22 mar 2017 / 22:53 h.
"Sin rodeos"

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Hasta 1928, un año antes de inaugurarse las obras de reforma del puerto, por la ría del Guadalquivir navegaron buques con calado de hasta 22 pies ingleses, concretamente el Juan Sebastián Elcano, y otro con eslora de hasta 140,82 metros, como el Blas de Lezo. Hubo más buques de la Compañía Ybarra que incluso superaron esos registros.

En 1927 se había aprobado el Plan de Mejoras por el que la Junta de Obras del Puerto venía clamando desde 1912. El primero de noviembre de 1929 –en un plazo récord, con el apoyo decidido de Primo de Rivera y el conde Guadalhorce– se inauguraron los comienzos de la reforma portuaria, ante la presencia del Rey Alfonso XIII. Fue el inicio del nuevo brazo del río entre la Cartuja y San Juan de Aznalfarache, con el objeto de convertir el puerto en dársena cerrada, mediante esclusas. El caos político y económico de los años siguientes retrasarían estas obras.

Entonces, nos preguntamos, si hace 90 años, casi un siglo, entraban en el puerto sevillano, entre el puente de Triana y la Torre del Oro, navíos como los antes indicados, ¿cómo es que ahora no se puede dragar el río para que puedan entrar barcos como aquellos? Ya existía el Parque de Doñana aunque no reconocido como tal, como es natural. Pero entonces no había pseudoecologistas...

Que ahora, casi veinte años después de iniciado el proceso, el Gobierno y la Autoridad Portuaria den por enterrado el dragado del Guadalquivir, es algo que nos impresiona... ¡Pero si el puerto es la razón de ser de Sevilla! ¡Si la ciudad existe por su río!...

Entonces, para qué se hizo la nueva esclusa...

Hasta 1928, un año antes de inaugurarse las obras de reforma del puerto, por la ría del Guadalquivir navegaron buques con calado de hasta 22 pies ingleses, concretamente el Juan Sebastián Elcano, y otro con eslora de hasta 140,82 metros, como el Blas de Lezo. Hubo más buques de la Compañía Ybarra que incluso superaron esos registros.

En 1927 se había aprobado el Plan de Mejoras por el que la Junta de Obras del Puerto venía clamando desde 1912. El primero de noviembre de 1929 –en un plazo récord, con el apoyo decidido de Primo de Rivera y el conde Guadalhorce– se inauguraron los comienzos de la reforma portuaria, ante la presencia del Rey Alfonso XIII. Fue el inicio del nuevo brazo del río entre la Cartuja y San Juan de Aznalfarache, con el objeto de convertir el puerto en dársena cerrada, mediante esclusas. El caos político y económico de los años siguientes retrasarían estas obras.

Entonces, nos preguntamos, si hace 90 años, casi un siglo, entraban en el puerto sevillano, entre el puente de Triana y la Torre del Oro, navíos como los antes indicados, ¿cómo es que ahora no se puede dragar el río para que puedan entrar barcos como aquellos? Ya existía el Parque de Doñana aunque no reconocido como tal, como es natural. Pero entonces no había pseudoecologistas...

Que ahora, casi veinte años después de iniciado el proceso, el Gobierno y la Autoridad Portuaria den por enterrado el dragado del Guadalquivir, es algo que nos impresiona... ¡Pero si el puerto es la razón de ser de Sevilla! ¡Si la ciudad existe por su río!...

Entonces, para qué se hizo la nueva esclusa.... ~