La Tostá

Jerez levanta el telón del arte

Image
Manuel Bohórquez @BohorquezCas
21 feb 2019 / 07:22 h - Actualizado: 21 feb 2019 / 08:14 h.
"La Tostá"
  • Jerez levanta el telón del arte

TAGS:

Mañana comienza una nueva edición del Festival de Jerez, la vigesimotercera, dedicado especialmente al baile y la danza. No parecía posible consolidar en esta ciudad tan flamenca una cita de este corte, pero ocurrió pronto, en solo cuatro o cinco ediciones, y en la actualidad es uno de los dos o tres mejores festivales del mundo. Puedo asegurar, porque voy cada año, que no hay festival en el que los aficionados lo vivan con tanta intensidad fuera y dentro de los escenarios elegidos. Tras cada espectáculo, lo que se estila es salir de copas por los barrios más castizos, como son San Miguel, la Plazuela o Santiago, de donde son casi todas las figuras históricas jerezanas, entre ellas Chacón, Manuel Torres, Moraíto Chico, Terremoto o El Torta. No es que no sea importante lo que ocurre cada año en los teatros, pero a diferencia de la Bienal de Sevilla, este festival se vive mucho en la calle, en los tabancos y en las peñas de la ciudad. Los artistas se buscan tras actuar y los cientos de aficionados que vienen desde todo el mundo tardan en irse al hotel a descansar. No se van mientras dure la fiesta, las muchas que hay casi todas las noches. No son grandes fiestas, sino pequeñas reuniones en peñas y tabancos, donde siempre hay algún generoso artista de la tierra y tres o cuatro japoneses embobados y tomando notas de todo para montar luego el chiringuito en Tokio. Jerez es la única ciudad del mundo donde el flamenco sigue siendo todavía una forma de vida, por encima del negocio. Y una cantera de artistas, la mejor de Andalucía sin lugar a dudas. Por todo lo expuesto, lo mejor que pueden hacer estos días es darse una vuelta por la tierra de La Malena y La Macarrona, disfrutar de algún espectáculo en el histórico Villamarta y perderse luego por los tabancos para vivir el arte de lo jondo en su verdadera salsa. Cuando regresen a casa, les aseguro que echarán de menos el pellizco del compás y la emoción.