Alcalá de Guadaíra es uno de los pueblos sevillanos con tradición flamenca, y de la buena. No todos los de la capital andaluza pueden presumir de tener soleares propias y una enorme cantidad de artistas de renombre, desde Juraco, que cantaba en los cafés y en los teatros sevillanos en el siglo XIX, hasta los actuales artistas, pasando por Joaquín el de la Paula, su sobrino Manolito el de María, Bernardo el de los Lobitos o El Platero, aquel humilde cantaor que se le subió a las barbas al mismísimo Antonio Mairena cuando le fue dada la Llave de Oro del Cante en la ciudad de
El festival flamenco de esta localidad lleva el nombre de uno de estos artistas, Joaquín Fernández Franco, Joaquín el de la Paula, un cantaor gitano (Alcalá de Guadaíra, 1875-1933), que sin llegar a ser una primera figura de su tiempo, sí gozó de bastante predicamento entre los aficionados y los propios artistas flamencos de su tiempo, sobre todo en el cante por soleá, con estilo propio, un estilo, por cierto, de los más interpretados en este palo de la baraja flamenca, que continuaron sus propios sobrinos, Juan Talega y Manolito el de María, además de su hijo Enrique y Antonio Mairena, sin duda el cantaor que más hizo por la soleá alcalareña y la memoria de Joaquín.
El Festival de Joaquín el de la Paula llegó a ser de los más destacados del verano flamenco, porque fue creado en pleno auge de estos festivales, en los sesenta, y porque lograba carteles con nombres importantes. Sin embargo, a diferencia de otros festivales como los de Utrera, Mairena del Alcor o la Puebla de Cazalla, el de Alcalá no logró consolidarse y permanecer como una propuesta de peso. Ya ni siquiera es un festival de verano, sino de otoño, ni se hace al aire libre sino en el Teatro Auditorio Riberas del Guadaíra. Desaparecieron aquellas maravillosas noches del Castillo, donde aún debe estar el espíritu del de la Paula, con lo que el festival perdió parte de su esencia.
Este próximo sábado se celebrará una nueva edición de este histórico festival flamenco con un cartel no muy largo, lo que es bueno, encabezado por José Mercé, una de las grandes figuras de la actualidad. Y compartirán cartel con el jerezano, el onubense Arcángel, el morenero David el Galli y el gran bailaor local Javier Barón, que se consagró en figura cuando conquistó el Giraldillo del Baile en 1988. Interesante cartel, aunque lejos de aquellos de los años setenta y ochenta.
Quienes no sientan mucha nostalgia de las calurosas noches del Castillo, saben que tienen una cita mañana noche en el pueblo de Joaquín el de la Paula, aquel gitano genial que dejó para la posteridad una manera muy personal de entender e interpretar la soleá alcalareña.