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Juicios salomónicos

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27 ago 2018 / 22:30 h - Actualizado: 27 ago 2018 / 20:57 h.
"Hispalíneas"

A menudo se pone a Salomón como sabio por el juicio narrado en el bíblico Libro de los Reyes, ése en el que mandó partir al niño en dos para descubrir cual era su verdadera madre. En realidad, todo aquello indica, más bien, que Salomón era astuto o, si se quiere, reflexivo y llegaba a conclusiones sensatas. Pero si la capacidad de reflexión salomónica ha quedado como paradigmática, la de los que rigen el destino de los ciudadanos de Cataluña va camino de convertirse en todo lo contrario ya que no pasa un día sin que tengamos pruebas evidentes e que la acción gubernamental está propiciando continuos enfrentamientos entre catalanes.

Hay, sin embargo, otra acepción del pasaje bíblico que lo banaliza: la de aquellos que dicen seguir a Salomón no para reflexionar sino para evitar, en realidad, tomar partido y salir por la tangente: es la que, hace un año, escogió Donald Trump al decir que «todos eran culpables» en el conflicto racista de Charlottesville donde a la cabeza de una de las partes estaba el Ku Klux Klan que agredió sin tapujos a los contrarios. Y es la que ha escogido la alcaldesa de Barcelona para no tomar partido ni por la mujer que fue agredida mientras quitaba de lugares públicos símbolos independentistas ni por su agresor. Puede que a Ada Colau –como al nefasto actual presidente de Estados Unidos– eso le parezca que le proporciona votos y le abre el camino de la reelección pero, en realidad, está abriendo otro que, indefectiblemente, acabará en un conflicto parecido al que sacudió durante décadas a Irlanda del Norte.