La Tostá

Justicia a Isabelita de Jerez

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
19 mar 2019 / 08:28 h - Actualizado: 19 mar 2019 / 09:38 h.
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  • Justicia a Isabelita de Jerez

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José Ignacio Primo es un gran aficionado zamorano, además de un hombre de una enorme cultura académica y del pueblo, que un día se puso a buscar la tumba de Isabelita de Jerez en Zamora, donde murió repentinamente, en 1942, cuando iba trabajando como cantaora en la compañía de Pastora Imperio. Fue este hombre quien averiguó el año de su fallecimiento, que no se sabía con certeza. No contento con buscar esos datos tan importantes, localizó también su casi perdida sepultura en tierra, la adecentó por su cuenta y comenzó con los trámites para que tanto el Ayuntamiento de esta ciudad como el de Jerez se ocuparan de la sepultura y de todo lo concerniente a esta gran artista tan olvidada, algo que se ha remediado a raíz del hallazgo, primero, y luego a través de la gran labor investigadora de José Ignacio, que ahora sí se podrá dedicar a cuidar de su esposa y de él mismo, que también anda delicado de salud. Isabelita de Jerez, la cantaora gitana que tan buenos discos dejó, tiene ya un monolito de granito en su tumba y a buen seguro que será un lugar por el que van a pasar cientos de personas cada año para visitarla. Esta es la parte entrañable del flamenco, un arte donde hay siempre muchas polémicas, pero donde también hay aficionados que son capaces de hacer estas cosas, como este zamorano que lleva toda su vida disfrutando del arte y jondo y trabajando desde distintos campos por los artistas, a los que venera y de los que es muy amigo. Evidentemente, no llegó a conocer a Isabel Ramos Moreno, que así se llamó Isabelita, pero apostaría lo que fuera a que daría algo de su sangre por haberla conocido en persona y haber podido escucharla, por ejemplo, cuando le cantó a Pastora Imperio en Zamora. Es su biógrafo y sé por mi propia experiencia que uno se acaba enamorando de sus biografiados o biografiadas. Isabelita fue una gran cantaora jerezana, con un rajo gitano irresistible, que lo mismo bordaba una saeta, que una seguriya o las bulerías al golpe, su fuerte. Fue importante en su tiempo, pero no llegó a tener el reconocimiento de la Niña de los Peines, una de sus referencias. Gracias a José Ignacio, y al Foro Flamenco de Zamora, por haberle hecho justicia a tan buena cantaora.