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Khalidi pregonó en el Maestranza

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Juan Luis Pavón juanluispavon1
19 jul 2018 / 22:46 h - Actualizado: 19 jul 2018 / 22:48 h.
"Pasa la vida"

Cuarenta minutos de formidable oratoria desde el escenario del Teatro de la Maestranza. Doce veces interrumpido por aplausos de los asistentes. Sabiduría de estudios y de vivencias, para iluminar mentes y corazones. El norteamericano Rashid Khalidi, profesor de la Universidad de Columbia en Nueva York, pregonó la honestidad intelectual en la producción de conocimiento para mantener la fe en el futuro democrático y cohesionado de las sociedades árabes, que están sometidas a múltiples formas de ignorancia y desigualdad. Khalidi, al recibir el Premio Wocmes, del Congreso Mundial de Estudios sobre Oriente Medio y Norte de África, dio uno de los discursos más sobresalientes y mejor fundamentados que se hayan pronunciado en Sevilla en los últimos años. Pueden leerlo en la web del congreso, cuyo anfitrión ha sido la Fundación Tres Culturas. Para la gran cantidad de personas interesadas por los temas de política, sociedad e historia moderna y contemporánea, ávidas de conocer a los grandes conocedores y pensadores de nuestro tiempo. Aún las hay, pero muy desarticuladas, soportando en casa el apogeo del arribismo trufado de argumentarios y ocurrencias. Con destreza y prisa para vivir de la política y de los partidos. Con incompetencia y galbana para afrontar los problemas y las prioridades.

En el Teatro de la Maestranza había más motivos para evocar a Edward Said, el gran renovador de la intelectualidad sobre el mundo árabe, sobre todo con su libro ‘Orientalismo’. Said fundó con Daniel Barenboim la Orquesta del Diván, que lanzaron desde Sevilla, mostrando al mundo que palestinos e israelíes podían conformar proyectos comunes y convivir materializándolos. Khalidi, de origen palestino y libanés, que optó por comenzar su trayectoria académica en Beirut, hasta que la primera guerra del Líbano en los años ochenta forzó su regreso a Estados Unidos, dirige en la Columbia University la Cátedra Edward Said de Estudios Árabes. También es una persona con varias patrias, pero su único pasaporte es su sentido de la responsabilidad “para difundir el conocimiento de la vida real entre todos aquellos a quienes enseñamos y con quienes interactuamos”.

Khalidi pregonó datos de un exhaustivo estudio, publicado la semana pasada, a partir de encuestas con 18.000 personas en 11 países árabes. “No se sorprendan si no han escuchado nada sobre sus resultados: desafían lo que los medios de comunicación transmiten sobre Oriente Medio. Indican lo que ya sabemos quienes estamos en contacto muy estrecho con toda la zona: gran parte de lo que está sucediendo se decide en contra de la voluntad de la mayoría de la población, que sufre pobreza mientras las élites son riquísimas con el petróleo y el gas. El 76% quiere para su país un sistema político democrático. El 61% está en contra de basar el sistema político en la ‘sharia’ coránica. No quieren la colección de monarquías absolutas, dictaduras militares o gobiernos autoritarios encubiertos que operan al amparo de falsas instituciones democráticas y dominan la mayoría de los países árabes, apoyados por Estados Unidos, Europa o Rusia”.

“Son muchas las facetas de las sociedades de Oriente Medio que debemos llevar a la espera pública, en lugar de una cobertura de noticias superficial que se centra en los caprichos de los tiranos de Oriente Medio, cuyos valores son aborrecibles para la mayoría de nosotros, y que se centra en los esquemas de las potencias que les habilitan y protegen para dominar las fuentes de energía”. Es la fuerza de un librepensador que, cuando le felicitábamos en el Teatro de la Maestranza por su discurso, insistía en elogiar a la sociedad andaluza por tener más valores éticos que las de otras zonas de Europa a la hora de acoger a los inmigrantes del Mediterráneo Sur y Este.