La Escuela de Salamanca y su impronta en la educación occidental

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18 feb 2017 / 12:33 h - Actualizado: 17 feb 2017 / 13:01 h.

Los autores de la Escuela de Salamanca deberían ser considerados los predecesores del liberalismo europeo y español y de la actual Escuela Austriaca de Economía, ya que fueron los primeros en denunciar con claridad doctrinal los daños de los intervencionismos de los gobiernos en las economías de los países.

Las universidades que siguieron los principios educativos de la Universidad de Salamanca fueron las más prestigiosas de su época, tales como, las universidades de Alcalá de Henares, de Granada, de Santiago de Compostela, de Coímbra, de Bolonia, de Roma, la Sorbona de París, entre otras.

Pero sin lugar a dudas la característica más sobresaliente de la Escuela de Salamanca y que hacía que se distinguiese de las demás, era su clara defensa de la libertad económica y el libre mercado. En cuanto a la libertad económica criticaban abiertamente los impuestos, la inflación, la deuda galopante que los monarcas imponían a los distintos países de la época. No pocos de sus frailes fueron perseguidos, incluso algunos de ellos fueron encarcelados por defender dichas ideas.

En las últimas décadas muchos de los economistas más prestigiosos son conscientes que la Escuela de Salamanca puso las bases fundamentales de la Ciencia Económica al resaltar que es el ser humano con su capacidad creativa, de generación de riqueza y deseos y necesidad de intercambio de la misma, es el centro de todo proceso económico.

Entre los autores de la Escuela de Salamanca más sobresalientes podemos destacar en primer lugar al dominico Francisco de Vitoria (1483-1546) creador de dicha escuela. Martín de Azpilcueta (1492-1586), Diego de Covarrubias (1512-15779), Juan de Mariana (1536-1624) Luis Saravia de la Calle, Francisco Suárez (1548-1617), Domingo de Soto (1464-1516), Luis de Molina (1535-1600), Juan de Lugo (1583-1660), y por supuesto, nuestro economista Sevillano Tomás de Mercado (1525-1575).

En un momento como el presente de la destrucción de la universidad por los intervencionismos de los políticos en la educación pública, es necesario recordarlos como los principales defensores de las economías abiertas y del libre pensamiento individual, tan perseguidos hoy por totalitarismo de lo políticamente correcto que de facto ha destruido la libertad de Cátedra.