La gran duda...

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04 may 2017 / 08:24 h - Actualizado: 04 may 2017 / 08:24 h.
"Habla, Sevilla"

Yo fui una de esas personas que lo tenía claro; quería una Feria de Abril que empezara el sábado con el pescaíto, y disponer del domingo para lamer las heridas de la paliza de la noche anterior. Me hacía ilusión unos fuegos fin de Feria en sábado, para poder ver con amigos y con tranquilidad un estallido de luz y color, que sin género de dudas se perdían por hacerlos un domingo y a una hora donde el sevillano tenía cambiado su chip al modo mañana tengo que trabajar.

Pero han ido pasando los días y ya no lo tengo tan claro. Como de por sí el sevillano es jartible, la Feria –evidentemente– no empezó el sábado, ya desde el jueves anterior –los menos– y el viernes de prefería –los más– , incluido el mediodía del sábado, muchos sevillanos se tiraron al albero como si la feria acabase en 24 horas. El caso es, que estamos a mitad de semana y parece que llevamos de Feria toda la vida. ¿Quién no ha dicho el lunes de Feria?... «esta noche hubiera sido el pescaíto, esta noche empezaría la Feria...» y ya llevábamos algunos de 3 a 5 días en el Real, dependiendo de la osadía de cada uno.

Ahora se discutirá entre decir –unos– que los datos económicos son muy satisfactorios, a comentar –otros– que la Feria es de los sevillanos, cada cual se acogerá al argumento que más le satisfaga. Lo cierto y verdad es que con esta medida se podrá comparar cual satisface más. Terminemos la Feria como cada uno quiera pero sobre todo como cada uno pueda, y ya tendremos tiempo de analizarla, pero a la mitad de la misma –escribiendo en voz alta– me surge La gran duda...

Mientras tanto, ¡sé feliz!

Yo fui una de esas personas que lo tenía claro; quería una Feria de Abril que empezara el sábado con el pescaíto, y disponer del domingo para lamer las heridas de la paliza de la noche anterior. Me hacía ilusión unos fuegos fin de Feria en sábado, para poder ver con amigos y con tranquilidad un estallido de luz y color, que sin género de dudas se perdían por hacerlos un domingo y a una hora donde el sevillano tenía cambiado su chip al modo mañana tengo que trabajar.

Pero han ido pasando los días y ya no lo tengo tan claro. Como de por sí el sevillano es jartible, la Feria –evidentemente– no empezó el sábado, ya desde el jueves anterior –los menos– y el viernes de prefería –los más– , incluido el mediodía del sábado, muchos sevillanos se tiraron al albero como si la feria acabase en 24 horas. El caso es, que estamos a mitad de semana y parece que llevamos de Feria toda la vida. ¿Quién no ha dicho el lunes de Feria?... «esta noche hubiera sido el pescaíto, esta noche empezaría la Feria...» y ya llevábamos algunos de 3 a 5 días en el Real, dependiendo de la osadía de cada uno.

Ahora se discutirá entre decir –unos– que los datos económicos son muy satisfactorios, a comentar –otros– que la Feria es de los sevillanos, cada cual se acogerá al argumento que más le satisfaga. Lo cierto y verdad es que con esta medida se podrá comparar cual satisface más. Terminemos la Feria como cada uno quiera pero sobre todo como cada uno pueda, y ya tendremos tiempo de analizarla, pero a la mitad de la misma –escribiendo en voz alta– me surge La gran duda...

Mientras tanto, ¡sé feliz!