La horda dorada

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02 ago 2017 / 23:13 h - Actualizado: 02 ago 2017 / 23:14 h.

El título hace referencia al clásico libro de la sociología de Louis Turner y John Ash sobre el turismo internacional y la periferia del placer, en donde aportan un significado de turismo internacional en la etapa del turismo de masas.

Ahora que en algunas ciudades atacan a los turistas y en otras celebramos que la promoción turística, basada en el patrimonio histórico, marca cifras de récord, es momento de pensar no solo cómo atraer turistas, una industria que aporta el 13 por ciento del PIB regional, también como hacer que esta masificación no termine por convertir a nuestra tierra en una gran parque de atracciones. Como pasa ya en Venecia, donde la ciudad se vació de vecinos a favor de los turistas.

La idea del crecimiento sostenible es un hermoso paradigma que suele ser arrasada en el momento que la sana ambición de los ciudadanos y las instituciones por mejorar la ciudad –al fin y al cabo la ambición individual cuando se convierte en colectiva le llamamos bien común– se establece como objetivo único de la política.

Quizás debemos recuperar la otra acepción de horda dorada que se refiere a una de las tribus mongoles que ocuparon el sur de Rusia, parte de Asia, llegando al valle del Danubio y la costa Adriática, creando uno de los mayores imperios de la Edad Media. El asentamiento de las tribus nómadas construyó ciudades que rápidamente imbricaron con los habitantes de las zonas; cumanos, tártaros, búlgaros, kirguises y otros pueblos turcos creando una cultura común basado en la expresión de sus propias identidades y en acuerdos comerciales con rusos, genoveses y mamelucos egipcios.